La palabra y el sentimiento

Angélica González / Burgos
-

José Gabriel Vera y Mounir Benjelloun Andaloussi Azhari charlan sobre libertad de expresión y religiones en las VII Jornadas de Diálogo Cristiano-Musulmán organizadas por la Mesa de Pastoral con Inmigrantes

El siempre espinoso tema de la  crítica o la burla a las creencias ajenas, que oscila entre la libertad de expresión y la sensación de ofensa, fue abordado ayer en la segunda y última sesión de las séptimas jornadas organizadas por el Grupo de Conocimiento y Diálogo Cristiano-Musulmán de la Mesa Diocesana de Pastoral con Inmigrantes. Ayer charlaron José Gabriel Vera, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal y Mounir Benjelloun Andaloussi Azhari, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas y de la Comisión Islámica de España. A ambos les planteamos las mismas preguntas.

¿Se pueden hacer chistes sobre las creencias religiosas?

J.G.V.  Se pueden hacer chistes que no impliquen ofensas a las creencias religiosas.

M.B.A.A. Se pueden hacer si no hieren los sentimientos de los demás pero si son para ridiculizar  y faltar al respeto creo que es inconveniente hacerlos.

¿La libertad de expresión de un periodista o de un humorista gráfico puede recortarse por las creencias personales de un colectivo si este se siente ofendido?

J.G.V.  La libertad de expresión tiene unos límites como todas las libertades. En este caso, está limitada por la mentira, la calumnia, la ofensa... pero no la de los periodistas sino de la todas las personas. La libertad de expresión no nos permite difamar o calumniar, ofender o insultar a una persona.

M.B.A.A. La crítica constructiva está permitida y viene bien. Pero si es ofensiva contra una persona y algo en lo que cree, la libertad de expresión debería ser limitada.

Se escribe y se hacen chistes sobre actores, políticos, banqueros... ¿Por qué no sobre curas, imanes o dioses?

J.G.V.  Se escriben y se hacen chistes sobre dioses, sacerdotes, imanes; hay muchísimos y les hay que no son ofensivos, que son graciosos, simpáticos y nos permiten reírnos de nosotros mismos. Pero hay chistes que tienen una barrera que tiene que ver con la capacidad de empatía con la persona que tiene unas creencias o convicciones personales, con el buen gusto y el respeto al otro.

M.B.A.A. Sobre imanes y curas se pueden hacer porque son personas y están sujetas a críticas, pero sobre el Profeta y símbolos no se debería hacer porque no son personas, es la fe de mucha gente y se entra en el terreno de su libertad y de su elección.

¿Su religión tiene sentido del humor? ¿La Biblia/el Corán contiene algunos pasajes divertidos?

J.G.V.  La religión católica tiene mucho sentido del humor y hay pasajes de la Biblia que son simpáticos y que reflejan el carácter de Jesús, su humanidad, y por tanto su sentido del humor, como cuando le da algunos cortes a sus apóstoles.

M.B.A.A. Por supuesto que el Islam tiene sentido del humor y el Corán tiene pasajes divertidos, ahora recuerdo uno en el que el Profeta bromeaba con una mujer muy mayor sobre llegar al Paraíso.

¿Cree que hay unas religiones más tolerantes que otras con las opiniones en su contra que se pueden verter?

J.G.V.  En el fondo es una cuestión de amor, si una persona está enamorada de otra ... ¿hasta qué punto soporta que se metan con ella? Llegará un momento en que sienta que le faltan al respeto y tenga un límite de tolerancia que será distinto en cada persona.

M.B.A.A. Las religiones predican lo mismo y tienen un libro sagrado que procede del mismo Dios, no hay contradicciones entre ellas.

¿La intervención de las religiones en la vida privada de la personas puede hacerlas más vulnerables a los chistes y críticas?

J.G.V.  La vida religiosa de una persona es algo que forma parte de lo que es, configura su forma de entender el mundo y le hace sensible a determinadas bromas que a una persona no religiosa no le molesta. Y la vida pública también está configurada por las creencias: yo cuando actúo en público actúo como un católico.

M.B.A.A. La religión no entra en la vida personal de la gente, enseña un modo de vida que se puede seguir o no. La religión no le dice a una persona lo que tiene que hacer o no tiene que hacer sino que transmite lo que Dios quiere que las personas hagan y lo deja a su libre elección. Dios creó dos caminos, el bueno y el malo, y es la persona la que elige.

¿El atentado contra la revista Charlie Hebdo el pasado mes de enero en París ha podido hacer que se saquen conclusiones o algún tipo de enseñanzas?

J.G.V.  En terrorismo no se debe hablar de causas sino de consecuencias porque si se habla de las causas se está negociando con los terroristas. Así que hay que estar con las familias, constatar el daño que se ha hecho y ayudar a repararlo. ¿Pero esto permite a una persona reírse de las convicciones de otra? No podemos justificar el atentado de ningún modo pero es verdad que a los periodistas nos tienen que explicar que nosotros estamos al servicio de la sociedad y que nuestro trabajo está limitado por el deseo de servir a los demás. Y si se ofende no se da un buen servicio.

M.B.A.A. El fanatismo se enfrenta contra el fanatismo. Son dos radicalismos de igual manera. Algunos fanáticos no respetan en absoluto los sentimientos y la libertad de los creyentes y otros, más fanáticos aún, van contra los que no respetan. Los que han sacado las caricaturas y han ridiculizado el Islam y el Profeta son fanáticos y los que les han atacado son iguales o peor.