El Seprona llevó a cabo hace unos días la inspección de las instalaciones de una finca particular ubicada en La Ribera donde se habían construido varios habitáculos compartimentados destinados a 'perrera-hotel', que eran alquilados a amos de perro para la estancia de sus canes, por lo cual el arrendador cobraba al mes una cantidad de dinero; la limpieza y alimentación corría a cargo de cada dueño.