Como en un guión milimétricamente establecido con antelación, no se ha hecho esperar la propuesta oficial de Toros Ricor de cara a tratar de legalizar la plaza de toros cubierta Ribera del Duero y obtener la licencia de apertura definitiva. El empresario registró el pasado martes en el Ayuntamiento una nueva oferta que el equipo de gobierno pretende dar a conocer como dación de cuentas al resto de los grupos el próximo lunes en la Comisión Informativa de Obras y Urbanismo.
La solución planteada, según ha podido saber DB, contempla un proyecto de construcción de aparcamiento en superficie para el coso en la parcela 32 del polígono 32. Unos terrenos ubicados en el término de La Regadera y conocidos como Huerta Ánimas situados en la margen derecha de la carretera de Sinovas, al lado contrario de los que ya propuso en el año 2011 y que eran propiedad de la constructora TCM.
La parcela, de uso agrario en la actualidad, cuenta con una superficie de 3.482 metros cuadrados, y el gran problema estriba en que está calificada como suelo rústico, lo que obligaría o bien a recalificarla como suelo dotacional público o a aprobar la autorización de uso excepcional. Esta misma circunstancia ya se dio en el anterior emplazamiento planteado por la empresa, que rechazó de plano la corporación ya que contaba con los informes técnicos en contra tanto de cara a su recalificación como a conceder uso excepcional.
El empresario propuso entonces paralelamente una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el fin de ampliar los usos permitidos en una parcela situada entre la ARU-21, la Cooperativa Virgen de las Viñas y la carretera de Sinovas, para ubicar allí las algo más de 250 plazas de aparcamiento vinculadas a la plaza de Toros a las que obliga el PGOU, planteamiento que se rechazó pese a que se comprometía a ceder la titularidad del parking al Ayuntamiento.
Los técnicos ya advertían que la iniciativa en ese suelo, considerado como no urbanizable inadecuado para el desarrollo urbano, no justificaba el interés público «dado que se trata de una actuación privada». La arquitecta municipal consideraba que se trata de satisfacer una necesidad sobrevenida a un particular y que esa situacíon no se desvirtuaba con el hecho de que posteriormente se cediera al Consistorio.
Asimismo indicaba que la propuesta de modificación alteraba «gravemente» el modelo territorial propuesto en el PGOU ,que se permitiría en cualquier parcela clasificada como suelo no urbanizable de especial protección agropecuaria «que se puedan construir aparcamientos privados, y no solo en las parcelas objeto de la modificación. Para la técnico municipal el destino natural del suelo rústico, en general, según el Reglamento de Urbanismo de Castlla y León, es ser protegido del proceso de urbanización y solo si se cumplen determinados criterios pueden ser clasificados para otros destinos. Por ello entendía que este tipo de dotaciones debe llevarse a cabo en suelo urbano.
Se da la circunstancia de que la parcela propuesta ahora es bastante más reducida que la que planteó en 2011, puesto que aquella contaba con algo más 6.000 metros cuadrados, lo que hace dudar de que tenga capacidad suficiente para albergar las 250 requeridas. Además, a diferencia de los anteriores, los nuevos terrenos están sin urbanizar y carecen de todo tipo de servicios, como luz, agua y sanemiento, e incluso de accesos.
Todo ello permite suponer que tendrá difícil encaje una autorización municipal para construir los estacionamientos en este suelo rústico. De concederlo, no sería descartable que los responsables municipales pudieran encontrarse con una querella por prevaricación al autorizar ahora lo que rechazaron hace apenas tres años.