El recibo de la luz sube un 83% en España en los últimos 12 años

Agencias / Madrid
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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia remarca que las mayores alzas se registraron en 2012 con un 7,5% y en 2015 con un 4,5%, por la carga de peajes e impuestos

 
El recibo de la luz para un consumidor medio doméstico se encareció un 83,2% desde 2003, al pasar de un precio de 0,131 euros por kilovatio hora (KWh) a los 0,24 euros actuales, impuestos incluidos, según publicó ayer la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). 
En concreto, este incremento correspondería a un consumidor medio con una potencia contratada de 3,98 kW, un consumo de 210 KWh cada mes y que esté comprando su electricidad mediante el sistema regulado, es decir con la tarifa de último recurso (TUR) hasta marzo de 2014 y a través del precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) que sustituyó a la TUR desde esa fecha. 
Según los datos de Competencia, en los últimos cuatro años, desde 2011 al pasado mes de septiembre, el coste eléctrico con impuestos acumula un alza del 10,23%, desde los 21,9 céntimos de euro por cada KWh que consumió a los actuales 24,1 céntimos. 
La mayor carestía en estos últimos años se registró en 2012, con una subida del 7,47%, mientras que en lo que va de 2015 se anotó un suplemento del 4,84%. En 2013 cayó un 1,96% y en 2014 descendió un 0,21%. 
Asimismo, el regulador señaló que el peso relativo de los peajes subió en estos años, pasando del 40,35% al 43,17% actual, al igual que los impuestos, que han apuntaron del 19,38% en 2011 al 21,37% en 2015 como consecuencia de la subida del IVA. 
Estos apuntes explican la pérdida de peso del concepto de energía en la factura de la luz, que se situó del 40,27% en 2011 al 35,46% actual. 
En lo que respecta a los peajes, se incrementaron los costes de amortización del déficit de tarifa, pasando del 6,44% en 2011 al 14,84% en 2015, mientras que se registraron una disminución del peso relativo a las subvenciones al régimen especial (eólica, solar, cogeneración...), pasando del 41,54% al 38,59%. 
Además, disminuyeron otros factores como el coste de distribución (del 32,42% en 2011 al 28,88% en 2015), las compensaciones no peninsulares (del 6,75% al 5,05%) y la interrumpibilidad del mercado (del 2,96% al 0,05%).
Así, los márgenes brutos aplicados por las comercializadoras se incrementaron hasta un 30% con la desaparición de la tarifa de último recurso (TUR) y su sustitución por el precio voluntario (PVPC), según Competencia. 
En el informe de supervisión del mercado minorista correspondiente al año 2014 de la CNMC, los beneficios brutos de estas firmas (incluido coste comercial) se situaron, en promedio, entre los 12 y 18 euros por megavatio hora (MWh), frente a los 9-14 euros por MWh del ejercicio anterior. 
 
CONSUMIDORES. En esta línea, Facua acusó ayer al Gobierno de haber ayudado a las eléctricas a aumentar sus ganancias un 30% como consecuencia del nuevo sistema de fijación de precios establecido por el Ministerio de Industria tras la sustitución de la tarifa TUR (Tarifa de Último Recurso) por la actual PVPC.
Tras considerarlo un «escándalo», la asociación advirtió de que el Ministerio de Industria, «no sólo no hizo nada para poner fin a las desproporcionadas tarifas, sino que desarrolló políticas al servicio de los intereses del oligopolio energético».
Facua denunció que junto a unos precios que ponen a España entre los países «con mayor pobreza energética de la UE, el Gobierno ha mirado hacia otro lado ante los fraudes masivos que cometen las grandes eléctricas».
Entre ellos, mencionó la aplicación de tarifas ilegales por el alquiler de los nuevos contadores y la modificación de contratos de miles de usuarios con la promesa de bases más económicas que en realidad son más caras.