La asamblea de trabajadores de Aplicaciones Mecánicas Válvulas Industriales (Amvi) aprobó ayer por una mayoría el preacuerdo alcanzado con la dirección la noche del martes para firmar el convenio colectivo de esta industria de cara a los próximos cuatro años (2015-2018). Este acuerdo evitó que durante la jornada de ayer se iniciase la huelga indefinida convocada por el comité de empresa ante el parón que sufrían las negociaciones en las últimas semanas.
Según informaron desde UGTy CCOO, en el próximo convenio colectivo se respetará la cláusula de ultractividad (la posibilidad de prorrogarse tras su periodo de vigencia) tal y como está recogida en el actual y la jornada laboral anual se mantendrá en las 1.704 horas, incluyendo los 20 minutos del bocadillo como jornada efectiva. Asimismo, se respeta el articulado del convenio vigente.
A cambio, la plantilla ha aceptado la congelación de los salarios durante los ejercicios 2015 y 2016, mientras que en 2017 se contempla una subida del 0,5% con revisión en lo que exceda del 1% del IPC de ese año y del 1% en 2018 con revisión por diferencia con el IPC real de ese ejercicio.
La antigüedad, una de las cuestiones en discordia, sufre algún cambia: se pasa de contemplar un 5% de salario base por cuatrienio como se contabilizaba hasta ahora a un 5% por quinquenio.
Con respecto a la flexibilidad, se ha pasado de 4 a 8 los días denominados de modulación, con el objeto de atender adecuadamente los momentos de mayor carga de trabajo. El acuerdo prevé una compensación sobre la hora trabajada en el caso de que ésta se realice en sábado.
Por lo que respecta a las horas extraordinarias, se produce una rebaja en su tarificación.
Multinacional
Los dos sindicatos mayoritarios en el comité de empresa consideraron ayer «positivo» que Amvi recupere la normalidad laboral y mantenga su actividad y su facturación como hasta ahora.
La negociación del nuevo convenio se ha prolongado a lo largo del último año, aunque desde septiembre se han producido los momentos más difíciles, achacables, según detallaban desde UGT, a que todos los avances dependían del visto bueno de la multinacional propietaria, el grupo alemán KSB.
En la fábrica de Villalonquéjar, recientemente premiada como Empresa del Año de la patronal del Metal Femebur, trabajan 90 personas dedicadas a la producción de válvulas industriales mariposa de gran tamaño. Las ventas de esta empresa se mantienen entre los 20 y 25 millones de euros en la última década.