El año 2016 está siendo aciago para los camioneros, sobre todo para los que transitan por la autopista. Ayer por la tarde falleció un chófer que viajaba como copiloto en un tráiler que se salió de la AP-1 y cayó por un terraplén hasta la N-I, en el paraje conocido como la ‘Brujulilla’, a dos kilómetros de Monasterio de Rodilla. El conductor del vehículo pesado resultó gravemente herido y fue trasladado en el helicóptero medicalizado de Sacyl hasta el Hospital Universitario. Pero es que en enero se produjo un incidente similar -tanto en la forma como en las consecuencias- en Briviesca. Un transporte se precipitó por un puente de la autopista y morían sus dos ocupantes, dos portugueses.

El fallecido es un malagueño de 35 años de edad, Jesús Díez de los Ríos, quien trabajaba -al igual que el conductor herido- para la empresa Smile Logística, con sede en Granada. El siniestro se produjo poco antes de las 17 horas, cuando el camión que manejaba A.V.P. (55 años) -natural de Granada- se salió de la AP-1 por su derecha cuando circulaba en sentido Burgos capital. Destrozó el quitamiedos, descendió por un pronunciado desnivel y cayó sobre la Nacional. La cabina impactó contra el guardarraíl de la carretera y contra el asfalto, por lo que el habitáculo se contrajo como un acordeón al quedar empotrado en la cuneta. De hecho, las dos víctimas quedaron atrapadas y fue necesaria la presencia de los bomberos de Burgos, con los equipos de excarcelación, para liberarlas. También acudieron los de Briviesca.

Una UVI móvil de Sacyl se desplazó rápidamente hasta allí tras ser movilizada desde el servicio de emergencias 112 de Castilla y León. El personal médico asistió a los dos ocupantes desde fuera de la cabina, ya que no habían sido excarcelados aún. El copiloto había fallecido en el acto. El conductor se encontraba inconsciente, si bien respiraba. Por ello las labores de liberación se centraron en él. Los efectivos del parque trabajaron duro para sacarlo y cuando estaba fuera incluso pronunció algunas palabras, según informaron a este periódico. En todo caso, ingresó en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del complejo asistencial de Burgos.

Rescatar al fallecido fue una tarea más ardua, pues su cuerpo se encontraba atrapado en una lugar de difícil acceso en el interior de la cabina y además aprisionado por la bionda. Los bomberos solicitaron la presencia de una grúa para elevar la cabeza tractora y, de ese modo, poder acceder con el instrumental de excarcelación hasta donde se encontraba el fallecido. Lograron sacarle a las 19 horas, tras más de una hora de trabajo.

El Subsector de Tráfico desplazó numerosas dotaciones hasta el lugar del accidente. El equipo de atestados será el responsable de establecer las causas en que se produjo el siniestro, pero todo parece indicar que pudo tratarse de una distracción o de somnolencia, tal como se salió el vehículo por la derecha de la autopista.

El resto de las patrullas tuvo que regular el tráfico tanto en la autopista como en la N-I, si bien fue en esta última vía en la que se produjeron más retenciones, de en torno a un kilómetro entre las 17 horas y las 20, cuando el camión fue retirado de la carretera. Transportaba cajas de cambios para Renault Y Citröen.

Los agentes tuvieron que dar paso alternativo a los vehículos que circulaban por la Nacional mientras se desarrollaban las labores para rescatar a las víctimas y cuando, posteriormente, una grúa acudió hasta el kilómetro 258 para retirar el tráiler accidentado. Personal de mantenimiento tanto de la AP-1 como de la N-I se esforzaron también en mantener ambas vías expeditas de obstáculos para que la circulación fuera segura.

En lo que va de año las carreteras de la provincia se han cobrado 10 víctimas mortales. El de ayer es el tercer camionero.