La crisis de las oposiciones de enfermería era un asunto tan grave, por el número de afectados, que el PSOEy Ciudadanos no quisieron dejar sin dejar pasar sin hacer mella en su control al Gobierno de Juan Vicente Herrera. Sus críticas fueron tan encendidas, especialmente en el caso del portavoz socialista, Luis Tudanca, que al presidente de la Junta no le quedó más remedio que ratificar con contundencia a su consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado.
Un día después de su comparecencia en las Cortes, el titular de la sanidad pública de la Comunidad volvió a copar el protagonismo en las preguntas dirigidas al presidente. Sáez Aguado ni siquiera habló pero encontró en el presidente de la Junta a su mayor defensor. Eso sí, la ratificación no se produjo en la primer pregunta, la del PSOE, sino en el segundo envite que llegaba desde la bancada de Ciudadanos, cuyo portavoz, Luis Fuentes, estimó que según los acuerdos que permitieron la investidura, el consejero debería estar fuera de la Junta.
Fue entonces cuando Herrera ratificó a Sáez Aguado. «Reitero mi total confianza en el consejero de Sanidad. No por el hecho de que un tribunal superior de Justicia haya paralizado un proceso que nos gustaría retomar con el objetivo de dar estabilidad y calidad al empleo público», precisó e insistió: «fundamentalmente el conjunto de su actividad es positiva para la sanidad pública de Castilla y León».
Gestión. Ycitó varios ejemplos de la gestión de Sáez Aguado, como el hecho de que se realice el pago puntual de la factura farmacéutica, o la reducción de la lista de espera de especialistas en los seis primeros meses de este año, como publicó este periódico, para luego citar varios barómetros de calidad que sitúan al servicio sanitario por encima de la media nacional además de estudios económicos donde Castilla y León destaca entre las que menos recortes han aplicado durante la crisis a este área.
Las críticas más duras a Sáez Aguado partieron de Tudanca, quien culpó al consejero y por elevación a Juan Vicente Herrera, por mantenerlo en el cargo. «Ustedes jugaron a la ruleta rusa con la vida y el esfuerzo de mucha gente», reprochó el líder de los socialistas de Castilla y León a los dirigentes populares.
Tudanca responsabilizó a Herrera de que las disputas políticas que mantiene con el Gobierno nacional las pagan los ciudadanos de Castilla y León y situó a los 20.000 opositores de enfermería como «daños colaterales». «Sus cuitas pendientes con Mariano Rajoy las terminan por pagar los enfermeros», aseguró el portavoz socialista quien considera que el recurso planteado por la Abogacía del Estado contra las oposiciones de Castilla y León es fruto de las diferencias políticas con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. «¿Duerme usted tranquilo». Una pregunta formulada por las más de 150 enfermeras concentradas a las puertas de las Cortes, que Tudanca trasladó al presidente de la Junta.
Estas últimas afirmaciones provocaron el enfado de Herrera quien a su vez elevó el tono en de su respuesta a Luis Tudanca, a quien calificó de demagogo. «Duermo preocupado por los asuntos complicados pero tremendamente intranquilo por la categoría del líder de momento tenemos en la oposición de Castilla y León», respondió, lo que provocó una fuerte ovación del grupo popular.
«Me parece indecente que califique de acto electoral la convocatoria de unas elecciones para dar estabilidad a empleados públicos», insistió el presidente de la Junta, quien recordó al PSOE que cuando la Junta convocó en mayo el proceso de las oposiciones de enfermería la única crítica que partió desde las filas socialistas fue la escasez de plazas que salían y en ningún momento se cuestionó que estuvieran caducadas las Ofertas Públicas de Empleo que sustentaban la convocatoria.
Además, aprovechó para sacar a la luz una convocatoria de ocho plazas de bomberos del Ayuntamiento de Valladolid, gobernado por el PSOE, que incurriría en las mismas irregularidades que propiciaron la paralización de las oposiciones de enfermería de la Junta, pues las ofertas públicas de empleo que las dan cobertura son de 2006, 2007 y 2008. «Yo apoyo al ayuntamiento de Valladolid en esto, frente a los criterios demagogos de Luis Tudanca», aseguró el presidente de la Junta.
Herrera aprovechó para respaldar a Sáez en la respuesta a una pregunta del líder de C’s sobre los compromisos de calidad democrática que Fuentes y Herrera suscribieron hace medio año y que encauzó la abstención de la formación naranja para convertir en presidente al burgalés. «Soy presidente gracias a su abstención, pero también porque así lo designaron los ciudadanos», señaló Herrera, entre los aplausos de su bancada. No obstante, indicó que el punto de partida de los documentos suscritos con Ciudadanos «no es de todo exacto, porque C’s no exigió un documento, lo planteó, y dos no firman si uno no quiere. Convenimos en ello. Dejemos a un lado las exigencias», instó el presidente de la Junta.
Fuentes mostró un mensaje de autosatisfacción, como lo definió Herrera, ya que el líder de Ciudadanos habló de que gracias a su formación se «ha elevado el listón democrático en Castilla y León». «Hemos sido un mecanismo útil. Gracias a estos acuerdos con PP y PSOE se ha creado un marco democrático», manifestó Fuentes, quien pidió una ley electoral «más representativa, con listas abiertas y posibilidad de elegir candidatos por primarias».
Control de C’s. En este sentido, habló del nuevo escenario, con dos comisiones investigación en las que, sin embargo, «la Presidencia del PP en ambas empaña la regeneración democrática». «Esto nos lleva a un punto anterior que cuestiona estos compromisos firmados. Hay quien piensa que le apretamos porque las elecciones están cerca, y es en base al acuerdo que firmamos. Sobran los rodillos y por sobrar, alguno de sus consejeros», deslizó Fuentes. Herrera se comprometió, a finales de diciembre, a repasar a todo lo aplicado en este semestre en los documentos suscritos con Ciudadanos.
Al margen del debate dialéctico, el presidente de la Junta comenzó su intervención pidiendo «encarecidamente» disculpas a los opositores por la suspensión del examen diez días antes de celebrarse. «Yo personalmente pido perdón», dijo. Acto seguido destacó la rápida reacción de la de los responsables de la Consejería de Sanidad para convocar un nuevo proceso con la aprobación de una nueva oferta pública de empleo con casi 1.300 plazas de personal sanitario que permita reducir la interinidad.