Un fuerte dispositivo policial alertaba a los vecinos del entorno de la calle Burgo de Osma y plaza San Esteban de Aranda que acudían atónitos al corte al tráfico y al tránsito de peatones por el entorno, impidiendo incluso que los clientes de un supermercado cercano lo abandonasen por la puerta más cercana. Tal despliegue corría como la pólvora entre la población arandina, haciendo que muchos se congregasen en el entorno para ver lo que ocurría y dando lugar a múltiples interpretaciones.
Al final, en torno a las 21 horas y después de más de cuatro horas de actividad policial en el tercer piso del número 1 de la calle San Esteban, junto al Registro de la Propiedad en Aranda, los efectivos lograban detener a un hombre que se había atrincherado en la vivienda que le servía de alojamiento, armado y junto a mujeres y menores lo que, como explicaba el comisario jefe de la Policía Nacional en Aranda, Joaquín Gomá, "ha dificultado la entrada y ha forzado a una negociación" que se ha tenido que desarrollar para lograr la detención sin usar la fuerza.
Esta detención se sumaba a las tres realizadas horas antes en el aparcamiento ubicado al final de la calle Duero y la avenida Castilla de la capital ribereña, al final del Polígono Residencial, donde el tránsito de personas es escaso, lo que minimizaba al máximo la repercusión social del operativo. "Esta mañana, tras localizarles y con autorización judicial se ha procedido a las detenciones y esta ha sido la última", aclaraba Gomá, que dejaba la puerta abierta a más detenciones porque "sigue el operativo abierto porque los registros y las diligencias judiciales pueden dar algo más".
Estos cuatro detenidos ayer en Aranda formaban una banda de atracadores que operaba tanto en la capital ribereña como en Burgos y Madrid. De hecho, la Policía Nacional sospecha que esta banda fue la encargada de realizar el atraco a un establecimiento de apuestas en la calle Carrequemada de Aranda. Más recientemente, los detenidos habrían sido los autores del robo sufrido a mano armada en un bingo y una panadería del barrio burgalés de Gamonal. El primero destacaba por su gran espectacularidad pero el segundo sumó el riesgo que sufrió la dueña del establecimiento de alimentación, a la que mantuvieron encañonada y encerrada para llevarse la recaudación.
Momentos de tensión. La expectación que generaba el amplio dispositivo policial, en el que participaron efectivos de la comisaría arandina junto a miembros del equipo GEO de Madrid, y de la Policía Judicial y de Seguridad Ciudadana de Burgos, hacía saltar todas las alarmas entre los vecinos, muchos de los cuales tuvieron que permanecer encerrados en sus domicilios hasta que se abrió el perímetro de seguridad tras la detención del cuarto atracador, que al igual que los otros tres arrestados cuentan con un amplio historial policial.
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