El sellado del vertedero se acelera al no precisar de impacto ambiental

G.A.T. / Miranda
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La Junta ha notificado que está elaborando el proyecto que contempla la eliminación de la 'montaña' de basura existente para aplanarla y así recuperar paisajísticamente la zona

El vertedero, situado a los pies de San Juan del Monte, estuvo operativo hasta el año 2010. - Foto: Truchuelo

Está cerrado a la entrada de residuos hace más de cuatro años pero aún no se sabe cuándo podrá clausurarse de tal forma que en el emplazamiento donde hoy se ubica el vertedero apenas quede -al menos visualmente- resto alguno de una instalación que acumula la basura de varias décadas. No obstante, si la Junta afronta con celeridad el proyecto que debe financiar íntegramente, podrá hacerlo sin más demora, ya que la propia Adminstración regional ha resuelto que la obra a realizar no debe someterse a Evaluación de Impacto Ambiental, lo que acorta el proceso.

De momento ya ha comunicado al Ayuntamiento que se está en la elaboración del proyecto de sellado, iniciativa cuyo coste se cifró en 2010 en 4,4 millones de euros pero que en los presupuestos regionales de 2015 apenas cuenta con 100.000. Por ello es probable que se emplee el próximo ejercicio para la redacción del proyecto y se espere a 2016 para ejecutar las obras.

En la actualidad el vertedero ocupa una superficie de 51.600 metros cuadrados y tiene un volumen de 480.000 metros cúbicos (4 metros de profundidad y 12 sobre rasante). Precisamente esos 12 metros de altura que alcanzan las ‘montañas’ es donde se actuará, de tal forma que se extenderá la superficie del vertedero para poder aplanar la basura acumulada, dejando la zona como una amplia explanada.

Pero el proceso no es sencillo y requiere otras actuaciones paralelas. Por un lazo habrá que hacer una impermeabilización inferior en una de las zonas, retirando previamente los residuos para luego volver a depositarlos ya con la protección del suelo adecuada. Desrratización, demolición de edificios, recogida de lixiviados y de gases... un complejo proceso que permitirá dejar el espacio en las mejores condiciones posibles para evitar cualquier tipo de afección al subsuelo.

En la parte más visible, la superior, se van a ejecutar también trabajos para la adecuación paisajística. Sobre una capa de impermeabilización que evitará la filtración del agua de lluvia a la zona de depósito se echarán toneladas de tierra y varias capas de diverso material orgánico (compost). Así podrá ejecutarse una plantación de hierba y de especies arbustivas aromáticas, evitando plantas de raíces profundas.