Rojas desestima la creación de una ruta que una bodegas subterráneas

I.M.L. / Aranda
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El concejal de Turismo explica que ha descartado la materialización de este proyecto porque considera que es más oportuno mantener el patrimonio existente en vez de alterarlo

Cada una de las bodegas subterráneas arandinas tienen una entrada individual y cuentan con sus características particulares de arquitectura. - Foto: F.L.

La puesta en valor del patrimonio con el que cuenta la capital ribereña siempre ha sido uno de los objetivos perseguidos desde la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento arandino y sus distintos responsables a lo largo de los mandatos. Sin embargo, los proyectos varían de un equipo de gobierno a otro, en función de las ideas que sus componentes defiendan, y unos se continúan hasta culminarse y otros se abandonan.

Un ejemplo de esas iniciativas que van a pasar al cajón de las olvidadas es la de la creación de una ruta subterránea por las bodegas del casco antiguo de la capital ribereña, que permitiese al visitante entrar por una y, tras recorrer un par de kilómetros, volver a salir a la calle en otro punto de la trama urbana. El actual responsable de la Concejalía de Turismo, Javier Rojas, no parece apostar por este proyecto. «No lo veo, hacer algo así supondría alterar mucho el patrimonio y no creo que sea lo más adecuado», afirma el edil del PP.

Rojas considera que uno de los atractivos que tienen las bodegas arandinas es el que se puedan apreciar las diferencias existentes entre unas y otras. «Lo tradicional es bajar a cada una de ellas, y volver a subir a la calle, por separado e ir sintiendo la diferencia de temperatura, ver las capas freáticas y cómo han ido afectando a cada bodega y no ir pasando de una a otra como quien recorre las galerías del metro», comenta. El edil de Turismo reconoce que, en su día, hace siglos, las galerías de las bodegas estarían muchas comunicadas y se podría pasar de unas a otras, pero que esa característica se ha perdido en la mayoría de los casos. «Hay que mantener el patrimonio en todo su esplendor actual, hay que protegerlas no alterarlas», concluye.

A estos argumentos suma Rojas el económico, argumentando que el presupuesto que habría que reservar para poner en marcha esta ruta subterránea es «inviable» hoy en día, por todo lo que habría que invertir en iluminación y señalización, además de lo que conllevaría terminar de realizar las conexiones entre las bodegas que aún no las tienen habilitadas y dotarlas de la mayor seguridad para los visitantes.