El ahora investigado, A.I.S., realizaba prospecciones cuando fue sorprendido por el agente. En ese momento, portaba un detector de metales con el que se ayudaba para la localización de determinados objetos sin la pertinente autorización para realizar tal operación. Dentro de su mochila se encontró un proyectil militar de la Guerra Civil y una espoleta, que le fueron intervenidos.