«No sé venderme. Solo puedo prometer trabajo y compromiso»

Juan Carlos Moreno / Burgos
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Gonzalo Arconada / Técnico del Burgos CF

En los próximos días puede anunciarse la renovación de Gonzalo Arconada como entrenador del Burgos. Esa es la idea que maneja ahora mismo la junta directiva del club, aunque es una decisión que no está tomada. Será en una reunión de los directivos, en la que se expondrá la situación, se valorará la temporada y se dará a conocer su postura. El entrenador guipuzcoano llegó el pasado 8 de enero para iniciar su segunda etapa en el Burgos CF que ha resultado radicalmente diferente. En la primera se quedó a un gol del ascenso a Segunda División y ahora ha tenido que luchar por la permanencia. Finalmente el Burgos ha acabado decimosegundo, seis puntos por encima del descenso. Arconada quiere seguir y liderar el nuevo proyecto. Para ello apuesta por la ambición, por devolver la ilusión a la afición y por formar una plantilla competitiva, con futbolistas con carácter, como aquellos que lucharon hasta el último minuto en Sevilla y se quedaron a un paso del ascenso.

 

Cuando llegó al Burgos en enero habló de aspirar a cotas más altas que la permanencia. ¿Qué ha pasado para tener que sufrir tanto?

Una cosa es las ideas que traes y otra con lo que te encuentras. Al principio  hubo un cambio de dinámica porque cuando llega un nuevo entrenador hay una pequeña revolución en el vestuario, los que juegan porque quieren seguir haciéndolo y los que no, porque se presenta una nueva oportunidad. Por las características del equipo, la lesión de Álex nos marcó porque aquel esquema funcionaba bien. Hubo que tomar otras decisiones. Fuimos en una línea más o menos buena hasta que llegó el partido de Guijuelo, que nos marcó mucho. Llegaba el calendario más complicado y pasamos a un plan B. Vimos complicado llegar más arriba y entendimos que lo importante era centrarnos en el posible riesgo de mirar los puestos de abajo.

Fede Castaños sumó 22 puntos en la primera vuelta, usted 27 en la segunda. ¿Significa que la plantilla no daba más de sí?

Eso es muy relativo. Se han dado muchas circunstancias que han influido. Sí me quedo con la sensación de que se podía haber sacado más rendimiento de esta plantilla.

Todos los entrenadores que han pasado por Burgos han hablado del potencial de la plantilla y de sus opciones para estar más arriba. ¿Por qué no ha sido así?

Porque la vida no se construye con palabras, se hace con hechos, con realidades.

La sensación es que la plantilla es buena técnicamente pero que le ha faltado competir mejor. ¿Ha faltado carácter?

Quizás en algunos momentos sí nos ha faltado un poco de carácter pero ha habido más factores que han influido y han restado en ese nivel de competitividad. Sobre eso debe reflexionar el club a la hora de pensar en el futuro proyecto.

¿En que se diferencia esta plantilla respecto a aquella que tuvo en su anterior etapa en el Burgos?

Quizás en calidad y talento este año había mejor plantilla, pero aquel equipo compitió muy bien, sobre todo a partir de Navidades. Hasta entonces tuvimos un proceso de adaptación, con algunos cambios como la baja de De Pedro y alguna más. Se quedó un bloque con el que competimos muy bien. Era un vestuario muy unido, muy fuerte, que tenía muy claro el objetivo y era difícil frenarlo. Eso este año no lo he percibido. Hemos tenido un buen vestuario para trabajar, pero para llegar a esas cotas más altas se necesita algo más.

¿Han faltado futbolistas del carisma de Raúl García o Idiakez?

O de Lucio, el eterno capitán. Son futbolistas que fueron determinantes en aquel vestuario, con sus virtudes y sus limitaciones. Hay que recordar que era un vestuario formado con muchos jugadores del norte, con unas características muy claras en cuanto al trabajo grupal y compromiso. En ocasiones se les achaca sus limitaciones técnicas pero en otras facetas suman tanto que compensan esas pequeñas limitaciones. Ese liderazgo que hubo en el vestuario, unido a esa forma de ser de la gente del norte, hizo que se lograse lo que se logró.

Las estadísticas han hablado de un Burgos fuerte defensivamente pero con problema con el gol. Ha tenido a Cristian, sexto máximo goleador del grupo, y solo le ha utilizado 11 veces como titular y en algunas situaciones lo ha colocado en banda. ¿Cuál ha sido el problema?

Si nos fijamos en esas estadísticas sí era titular. Se fue cayendo cuando el rendimiento del equipo no era bueno. Sí es cierto que es un futbolista que tiene gol pero también lo es que hubo partidos en los que se ganó con claridad y no estaba él. Un equipo no puede vivir solo de un futbolista. Cristian ha dado muy buen rendimiento pero también sin él se ha sabido competir y se han metido goles. En la segunda vuelta, sabiendo que nos costaba marcar, apostamos por hacernos muy sólidos defensivamente. Hemos encajado pocos goles y eso nos ha permitido rentabilizar bien los que hemos metido. Ahí ha estado la clave.

También se le ha recriminado los continuos cambios en las alineaciones, algunas aventuras tácticas y las variaciones en los puestos de algunos futbolistas.

El que está en el día a día con los futbolistas es el que debe tomar las decisiones. Hay que diferenciar la labor del entrenador con la labor de los alineadores, que hacen el equipo en base a lo que están viendo mientras que nosotros lo hacemos después de ver el trabajo que se hace durante la semana. Es cierto que tomamos algunos riesgos pero hay está la clave para lograr éxitos. A un entrenador no le traen para que todo siga igual, se le trae para cambiar y mejorar. Es cierto que puede haber errores pero eso se ve después de hacer esos cambios. En mi primer año se me criticó mucho cuando puse a Raúl García como central y Fernando Seoane como lateral y luego todo el mundo estuvo encantado. Si no lo hubiésemos hecho quizás no habríamos vivido aquella experiencia de las eliminatorias con el Alcoyano y el Sevilla Atlético y quedarnos tan cerca del ascenso. Cuando asumes riesgos y tomas decisiones te puedes equivocar y lo importante es que haya más aciertos que errores.

¿Cuál ha sido el momento más difícil desde que llegó?

El partido contra el Guijuelo. Además se mostró la injusticia del fútbol. No nos pitaron un penalti a favor en el primer minuto y el gol de ellos vino precedido por una falta sobre Dani. Del 1-0 se pasó el 0-1 y en esas circunstancias al equipo de cuesta reaccionar. Fue un momento duro y nos marcó mucho.

¿Llegó a temer por el descenso?

No, pero sí he tenido respeto a esa situación. Sé lo que supone un descenso. Es fácil perder la categoría y cuesta muchísimo ascender. Por eso hubo un momento en el que decidimos rebajar al máximo ese riesgo. Muchas veces los equipos de la zona media alta, que aspiran a cotas más altas, cuando se ven en problemas no saben gestionarlo. Y este año ha sucedido por ejemplo con el Zamora o con el Avilés. Ha habido equipos que estaban abajo y han conseguido salir y otros que no pensaban estar en la zona de peligro y se han metido. Hay que gestionar de la mejor manera posible esas situaciones, transmitir tranquilidad. Por eso en los ocho últimos partidos el equipo supo adaptarse a esa situación, con cuatro victorias, tres empates y una derrota. A veces esos empates parecían insuficientes pero se ha demostrado que han sido muy útiles. Al final hemos acabado con cierta holgura. No era nuestro objetivo, no podemos estar contentos pero es cierto que supimos gestionar esta situación.

Una vez concluida la Liga ya ha manifestado que le gustaría seguir. ¿Ha hablado de ello con la junta, o con algunos directivos de forma privada?

Hablamos constantemente y sí ha habido conversaciones y comentarios.

¿Le han trasladado que quieren seguir contando con usted?

Esa sensación la tengo, pero son ellos los que tienen que tomar esa decisión y comunicarla.

La principal condición que pone es disponer de un proyecto ambicioso. ¿Explíquelo?

Siempre he hablado de proyecto ambicioso, no más ambicioso. Esa coletilla sobra porque da entender que hasta ahora no lo era y yo no he dicho eso, ni soy nadie para decirlo. Me refiero a poder pelear por esos objetivos a los que debe optar el Burgos. Otra cosa es lograrlo. Todos sabemos la situación del país y cómo es el fútbol semiprofesional, que está en un terreno de nadie, en una situación complicada. Es difícil lograr recursos, se bajan los presupuestos porque se debe gastar en función de los ingresos. Se trata de hacer un proyecto ilusionante y creo que Burgos debería pensar a medio plazo. Crear cada año un proyecto nuevo y cambiar prácticamente todo no es lo más conveniente. Cuando se hacen tantos cambios es mayor la probabilidad de cometer errores. Qué puede diferenciar el aficionado al Burgos con otros clubes como Astorga, Somozas o Coruxo. Ellos hacen una cosa a la que dan mucho valor y mantienen una línea de trabajo.

¿Ve esta ambición en la directiva o considera que hasta ahora han sido demasiado conformistas?

Creo que son ambiciosos y al mismo tiempo realistas. En muchos clubes se han dado proyectos muy ambiciosos y se ha generado una deuda insalvable. No conozco todos los números del club pero mi sensación es que aspiran a estar lo más arriba posible, ese ascenso que todo el mundo desea, o al menos en esa zona alta, Copa del Rey, play off.

En ese proyecto, ¿entrarían jugadores de la actual plantilla?

Sí que hay futbolistas interesantes en este equipo y me figuro que el club les planteará la continuidad, aunque algunos de ellos de los que más han destacado tendrán otras ofertas. Lo que sí creo es que hay que crear ese proyecto a medio plazo. Además está el trabajo en la base, que es importante. Los futbolistas más jóvenes, pese a tener algunas carencias, pueden ser interesantes.

Hay casos muy concretos como Aurreko y Maureta, que llevan muchos años en el club. ¿Apostaría por su renovación?

Preferiría no hablar de esos casos puntuales. Son futbolistas que llevan muchos años aquí y tienen el cariño de la afición, como por ejemplo, Aurreko, que tiene un vida asentada en Burgos. Para hablar de eso lo debe hacer el entrenador del año que viene.

¿Qué perfil de futbolistas desearía para el Burgos?

Si hiciésemos un sondeo la mayoría diría que los jugadores que más rendimiento han dado en los últimos años han sido los del norte. Lógicamente si viene Messi no vas a decir que no. Sabemos lo que ha funcionado y lo más importante es mantenerlo. Si quieres crear un proyecto sólido hay que darle buenos cimientos.

La afición ha estado muy crítica con la directiva pero también con el equipo. ¿Cree que vería con buenos ojos su continuidad? ¿Qué les diría para convencerlos?

Por mi forma de ser, del norte, soy más de hechos, no de vender y vender. Creo en el trabajo, en el compromiso, en la implicación y en que las decisiones sean más que los errores. Solo puedo prometer trabajo y trabajo. Es lo que he hecho toda mi vida y me ha ido bien. Reconozco que envidio a los que se saben vender, yo no soy así.

No solo se debate su renovación. También debe decidirse la continuidad de David González como secretario técnico. ¿Estaría de acuerdo en trabajar con él?

Son decisiones del club y no debo entrar. He trabajado con secretario técnico y sin él, hay que adaptarse a todo.

El equipo de esta temporada lo hicieron Fede Castaños y David González. ¿Quién debe hacer los fichajes? ¿Los haría usted y se responsabilizaría de ellos?

Sería un largo debate. Repasando la historia más cercana, hubo un momento en el que los entrenadores cometimos un error que nos marcó mucho, realizando fichajes alegremente. Un entrenador hacía sus fichajes, luego llegaba otro y decía que no le servían. Por su propia protección los clubes decidieron instaurar la figura del secretario técnico o director deportivo que formaban la plantilla y luego se contrataba el entrenador. Todo tiene sus pros y sus contras porque en muchos sitios el secretario técnico hace la plantilla, luego echa al entrenador y no se responsabiliza de sus errores y el culpable es el entrenador. Creo que debe darse el término medio. La existencia de un secretario técnico debe estar marcado por las posibilidades económicas del club. Los que hay que pueden tener esa estructura y otros deben valorar si la pueden tener o no. Eso está en función del presupuesto. ¿Quién tiene que hacer los fichajes? Si hay entrenador y secretario técnico debe ser consensuado. En caso contrario ya se empieza mal y todo irá mal.

¿Existe ese feeling entre Arconada y David González para seguir trabajando juntos?

En el tema de jugadores solo trabajamos en el mercado de invierno. Sí puedo decir que ha existido una buena relación, un buen entendimiento en el trabajo diario y en nuestra relación humana.

¿Cree que el Burgos debe luchar por el play off la próxima temporada?

Es un objetivo que debe marcarse el Burgos. Eso no significa que el club pierda el norte, no debe ser una losa. Hay que tomarlo desde el punto de vista positivo. Luego lo puedes lograr o no, pero como objetivo hay que tenerlo. Además, unido a marcarse objetivos va la exigencia. Si no puedo ser primero, lucharé por ser segundo, o tercero, salir todos los domingos a ganar. En un deporte colectivo, el objetivo debe ser siempre ganar.

¿Considera necesario para ello aumentar el presupuesto?

El presupuesto lo marca las posibilidades de ingresos del club. No hay otra vía. Estamos en una época difícil y hay que saber adaptarse. Ya no se paga lo mismo que  hace unos años a los futbolistas. Con el presupuesto del Burgos se puede confeccionar una buena plantilla. De hecho hay clubes que con menos presupuesto lo han hecho y han logrado mejores resultados. Ahí está la respuesta. Hay que acertar en los fichajes, no solo traer futbolistas de calidad, hay que confeccionar un buen equipo, un buen grupo.