Ropa con muchos valores

G.A.T. / Miranda
-

Un proyecto social de Cáritas logra crear cuatro empleos en la ciudad y aspira a generar varios más gracias a la reutilización y venta de ropa, calzado y complementos de segunda mano

Zapatos por 1,50, pantalones vaqueros a 3 euros, camisas, chaquetas, jerséis, cazadoras, ropa infantil... y así un largo listado de prendas de hombre, mujer y niño, además de algunos complementos. Es lo que puede verse y comprarse desde ayer en Arropa, la tienda de ropa de segunda mano del proyecto de inserción laboral de Cáritas, que estrena ubicación en la calle Condado de Treviño, 34.

Una iniciativa que aprovecha las prendas donadas en los contenedores para su reutilización, después de pasar un exhaustivo control de calidad, higienizaciación y etiquetado. Esto, por un lado permite poner en el mercado ropa en muy buen estado a un precio muy reducido, y por otro generar empleo. Ahora hay cuatro puestos de trabajo, tres de personas con dificultades de inserción y otra coordinadora del proyecto, pero se aspira a aumentar la plantilla en los próximos meses.

La reubicación persigue varios objetivos. Contar con un local más amplio, mejor acondicionado y de estética renovada y moderna. Además quieren acercarse a la zona más comercial de la ciudad, y con ello, tratar de atrae al comercio a una clientela mayor. «Nuestro producto puede ser atractivo porque es una ropa de calidad, ropa que tradicionalmente las personas con ciertos recursos no se han planteado adquirir pero que creemos que hay que abrir esa opción, buscando una compra más responsable y con una cierta intención social, porque saben que haciendo nuestra compra se fomenta la generación de empleo en colectivos que tienen muchas dificultades de acceso al empleo», dice Raquel Saiz, gerente de la empresa de inserción Embico, de Cáritas.

«Cada vez viene gente más comprometida, atraídos no solo por un precio social, es gente comprometida con el reciclaje, la reutilización y el proyecto en sí», dice Lorena Bartolomé, coordinadora en Miranda, que la define como «una tienda de ropa recuperada, como las que tan en auge están en otros países». Además mantiene su fin social de entrega gratuita de ropa digna a personas con dificultades sociales.

En Miranda y el entorno se recogen en los 21 contenedores existentes unos 21 kilos de ropa al mes, de los que un 20% aproximadamente puede aprovecharse.