«El problema de hoy es que los trastornos menores siempre se medican»

I.L.H. / Burgos
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ENFERMEDADES MENTALES. - Foto: DB/Luis López Araico

Es doctor en Psicología y autor de artículos y libros relacionados sobre todo con drogas, adicciones y drogodependencias. En la conferencia-debate que ofreció ayer trató de dar respuesta a si somos o no una sociedad enferma y si sufrimos una psicopatologización de la sociedad.

En los últimos años han aumentado considerablemente las enfermedades mentales, no solo en el número de pacientes, sino también por la cantidad de trastornos descritos. De las cuatro categorías  (melancolía, manía, demencia e idiocia) que el médico Philippe Pinel estableció en 1801 en la actualidad se contabilizan 357 trastornos mentales. Las cifras sugieren, como mínimo, dos preguntas: A qué se debe ese aumento y qué hay detrás. El psicólogo Fernando Pérez del Río alentó ayer este debate en la charla que impartió invitado por la asociación Acción en Red.

¿Ese aumento en el número de trastornos es porque desconocíamos su diagnóstico o porque se han creado?

El trastorno mental es una construcción social y por lo tanto algunas aparecen y otras desaparecen. Han desaparecido, por ejemplo, la ‘esquizofrenia indolente’ que se dio en Rusia con los presos políticos enviados al psiquiátrico porque se les diagnosticaba ideas megalomaníacas de reforma; o el ‘caminar sin sentido’ que surgió en Francia en el siglo XIX entre aquellos que debían ir al ejército y eran analizados por un cuerpo de médicos específico. Son trastorno que no se han dado en otros países. Y eso es porque es una construcción social y, según vamos cambiando los trastornos se van adaptando. En este sentido hay un gran predominio de la cultura anglosajona porque los criterios nos llegan de Estados Unidos.

Respecto a la incidencia de una determinada enfermedad, ¿cuál es la que más ha aumentado?

Sin duda la depresión. Es la auténtica epidemia de nuestro siglo. Una enfermedad de la que no existía tal diagnóstico.

¿Por qué han aumentado?, ¿también tiene que ver la crisis?

Curiosamente con la crisis se puede dar un efecto paradójico porque en época de guerras y catástrofes disminuyen los trastornos mentales. Y esto es así porque nos apoyamos más en las personas y la familia, mientras que en épocas de bonanza somos más individualistas. En cuanto a la primera pregunta... hay muchas razones. La OMS define la enfermedad como la alteración de la salud, y eso significa que cualquier problema, cualquier malestar, puede ser una enfermedad.

A más enfermedades, más tratamientos, ¿qué papel tienen en todo esto las farmacéuticas?

Supongo que estarán encantadas. Es de sentido común que cuanto más fragmentado esté el diagnóstico mayores son las posibilidades de medicación. Pero no es un problema de medicación, sino de que siempre se trata, sobre todo los trastornos menores. (Un estudio del psiquiatra Alberto Ortiz Lobo dice que «entre un 20% y un 30% de los pacientes que acuden a un centro de salud mental no presenta un trastorno mental diagnosticable. La mitad de estas personas ya tienen psicofármacos prescritos, casi siempre por su médico de cabecera y en casi la mitad de estos casos son antidepresivos»).

Se trata porque antes se diagnostica...

Sí, es una cadena. Y se engordan y difunden pseudo trastornos y síndromes porque crear uno tiene mucha repercusión. Hay sistemas de terapias, másters, charlas, libros...