La trashumancia ya tiene su museo

Belen Antón / Neila
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El centro abrirá sus puertas por primera vez este fin de semana durante la celebración de la IX Jornada de Recuperación de Tradiciones, a la espera de ser inaugurado de manera oficial

En las vitrinas se ven objetos y herramientas utilizadas por los pastores, aunque aún queda material para completar el centro.

En su día fueron utensilios y herramientas que usaban los pastores mientras cuidaban del ganado y los guiaban de una punta a otra de la península en busca de pastos y un mejor clima. Ahora, esos objetos, ya usados y algunos casi en desuso, ‘viven’ en las vitrinas del Museo de la Trashumancia de Neila, que durante este fin de semana abrirá por primera vez sus puertas al público con motivo de la celebración en la villa serrana de la IX Jornada de Recuperación de Tradiciones.

Este nuevo espacio museístico, al que Valeriano Arribas, alcalde de Neila, ha dedicado corazón y alma, está ubicado en una de las antiguas escuelas, que ha sido reformada de manera concienzuda, tanto en su exterior como en el interior. «Hemos arreglado el tejado, la cubierta, colocado ventanas nuevas y rehecho totalmente el interior, con paredes y suelo nuevo. También hemos construido dos baños y sacado la piedra de la pared, que queda muy bonita», explica Arribas, que afirma que la inversión total asciende a 106.000 euros. «Hemos contado con una ayuda de Asopiva de 73.000 euros y con otra de 15.000 de Caja de Burgos, el resto, 18.000, lo ha aportado el Ayuntamiento».

 La mayoría de los objetos que se exponen han sido aportados de manera voluntaria por los vecinos de Neila, pueblo donde la trashumancia ha sido una forma de vida y que ha contado con miles de cabezas de ganado ovino. Entre ellos se pueden ver algunos tan curiosos como una zoqueta, que se usaba para proteger los dedos durante la siega; una cuchara hecha con cuerno, o una copa de madera donde los pastores bebían. También hay otros de uso más común como un puñal, un cazo, tijeras de esquilar, hierros de marcar, cencerros, morrales y cachabas.

Forman parte de esta exposición también documentos muy antiguos, con siglos de existencia, como por ejemplo contratos de arriendos de pastos. Entre las vitrinas, además, se pueden observar diferentes libros que se han escrito sobre la temática de la trashumancia y todo lo relacionado con esta forma de pastoreo que durante siglos supuso la forma de vida de muchas familias de Neila y de pueblos de alrededor y cuya memoria podrá preservarse gracias a este Museo.

A pesar de que el grueso del trabajo ya está realizado y de que parte de la colección ya se encuentra expuesta en las vitrinas, todavía faltan elementos por incluir. «Quedan de colocar al menos tantos utensilios como los que ya hay, además, también hay que instalar unos paneles informativas que aún no han llegado», señala Valeriano Arribas, que destaca que también forman parte de este nuevo museo un proyector, una pantalla, un ordenador y una mesa, que servirán para hacer presentaciones, charlas y conferencias.

De momento, durante este fin de semana, todas estas reliquias del pastoreo se podrán observar, después, aún no se sabe. «Estamos esperando a cobrar las subvenciones de Asopiva y de Caja de Burgos para inaugurarlo de manera oficial y pensar en la forma de gestionarlo, y también estamos barajando la posibilidad de abrirlo durante los fines de semana de los meses de verano, siempre con la colaboración de vecinos que ya han mostrado su predisposición a atender a los visitantes», señala el alcalde de Neila.

La construcción de este centro etnográfico supone mantener la memoria de lo que ha sido la trashumancia en esta villa y ofertar un nuevo atractivo para potenciar el turismo. Este nuevo museo se suma a la ya existente Casa del Parque de las Lagunas Glaciares de Neila, ubicada en la antigua iglesia de San Miguel.