La decisión de Gabriel

I. Elices / Burgos
-

El Ayuntamiento distinguirá a los agentes que salvaron la vida a un trabajador infartado en la obra del Coliseum • El policía local que le practicó un masaje cardiaco subraya que «en estos casos hay que tener gran determinación»

Bonifacio, encargado de obra en el proyecto del Coliseum de la capital, está todavía en el hospital pero se encuentra «estupendamente». Lo dice Beatriz, jefa de obra que dio el aviso al 112 cuando la semana pasada su compañero sufrió un infarto cuando estaba trabajando. «No ha sufrido secuelas», asegura. Y en buena medida se debe a la decisión de dos policías locales, que llegaron los primeros para auxiliarle. A Gabriel no le tembló el pulso cuando tuvo la determinación de practicarle un «masaje cardiaco», lo cual facilitó «la llegada de oxígeno a la cabeza y que no sufriera daños cerebrales».

El trabajador de la obra de la Plaza de Toros «cayó fulminado» cuando se encontraba en el sector cercano al río supervisando una acometida de saneamiento. Beatriz telefoneó rápidamente al 112 y en dos minutos una patrulla de la Policía Local -que se encontraba en Eladio Perlado- llegó hasta El Plantío. En ese momento pensaron que podía tratarse de una lipotimia y lo colocaron de lado. Los agentes iban ya alertados de que podía tratarse de una parada cardiaca. Así era. El hombre estaba inconsciente, «no respiraba y tenía los ojos muertos», indica Gabriel, que lleva cinco años en el Cuerpo. Fue en la academia de Ávila cuando hace un lustro le enseñaron a practicar masajes cardiacos, aunque actualizó sus conocimientos hace menos tiempo.

Pero al margen de saberse la teoría «en ese momento es muy importante ser decidido e iniciar la maniobra del masaje cuanto antes y con gran impulso», afirma el agente de la Policía. Solo de esa manera se consigue «llevar el aire de los pulmones al cerebro». La fuerza con que se practica es importante. De hecho a Bonifacio se le han fracturado dos costillas, pero es el escaso precio que hay que pagar por salvar la vida. Cuando llegó la UVI móvil de Sacyl fue cuando le aplicaron el desfibrilador y recobró el pulso.

Sus compañeros de trabajo están muy agradecidos a los dos agentes de la Policía Local, convertidos en auténticos héroes. De hecho, el Ayuntamiento va a proponer que les condecoren en el próximo día del patrono, San Sebastián. Los dos agentes siguen preocupándose hoy por el estado de salud de Bonifacio y se alegran de que su intervención haya tenido éxito. «Cuando ves que una acción tuya ha servido para que una persona siga con vida te vas orgulloso a casa; la sensación es indescriptible», comentan.

Los dos policías acudieron ayer hasta la Plaza de Toros para recordar junto a la jefa de obra lo que ocurrió ese día. Estuvieron acompañados por el concejal de Seguridad Ciudadana, Salvador de Foronda; el intendente jefe de la Policía Local, Fernando Sedano, y el mayor, Félix Ángel García, quienes subrayaron la determinación de los policías a la hora de socorrer a la víctima.