Quería regresar a México para hacer la película que siempre he soñado», así de rotundo se mostró el realizador Alfonso Cuarón cuando finalizó el rodaje de Roma, la película que ayer le valió el León de Oro del Festival de Venecia.

A su amigo y director del jurado, Guillermo del Toro, se le notaba muy emocionado al pronunciar la cinta ganadora, «dejadme ver si sé pronunciar correctamente el nombre», bromeó. Y no es para menos pues, por segundo año consecutivo, un director mexicano se alza con este premio ya que el año pasado el propio Del Toro se hizo con este mismo galardón con el filme estadounidense La forma del agua.

Al recoger el premio, Cuarón agradeció el galardón a Netflix por hacer llegar al película al mundo. Roma, una drama inspirado en la infancia del realizador en los años 70 en la capital mexicana, se mantuvo como una de las favoritas desde que su proyección a comienzos del certamen.