Las nuevas tecnologías no están reñidas con la historia o la cultura. Es más, se complementan en un tándem perfecto que permite acercar la riqueza patrimonial de manera atractiva, amena y didáctica. Y eso es lo que han hecho doce estudiantes burgaleses del instituto Pintor Luis Sáez y del colegio Jesuitas en sendos trabajos que les han hecho ocupar un puesto destacado en el concurso Los Nueve Secretos, que convoca anualmente entre la comunidad educativa la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
Paula López, María Fernández, Marta Fernández y Laura Antón son las autoras de uno de los tres proyectos de investigación que han sido galardonados con el primer premio del certamen, lo que les permitirá viajar a Bélgica a finales de junio. Son alumnas de cuarto de la Educación Secundaria y primero de Bachillerato del instituto público de Gamonal y su objeto de estudio ha sido la obra de Gil de Siloé, concretamente el retablo mayor de la Cartuja y los conjuntos escultóricos de las capillas de Santa Ana y de los Condestables, ambos en la Catedral.
Su trabajo no se queda en las generalidades, después de haber consultado numerosa bibliografía. Sino que va más allá y se ocupa de los detalles, de lo que está detrás de la obra. Por eso, estas estudiantes se han detenido en la iconografía de los retablos, con especial atención a las figuras femeninas, sobre las que han estudiado incluso sus tocados y sus joyas, llegando a pensar en la posibilidad de confeccionar réplicas de las piezas para realizar un proyecto de márketing con el fin de obtener fondos de cara a nuevas ideas.
Y es que, uno de lo objetivos del certamen es poner en valor el patrimonio histórico. De ahí que, el proyecto recoja también la opción de desarrollar rutas turísticas por los tres retablos y la elaboración y posterior representación de una obra de teatro sobre la última noche que pasó Juana I de Castilla con su marido Felipe el Hermoso, rememorando el texto Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes.
Análisis, estudio, teatro... y nuevas tecnologías. Porque si hay algo que une a los trabajos ganadores es el uso que han hecho sus autores de las herramientas informáticas. Así, las premiadas en el certamen han confeccionado un blog en internet donde se pueden ver las fotografías del trabajo, las visitas que han realizado a la Catedral y la Cartuja, sin olvidarse de la representación teatral.
Todo ello, junto a una presentación original del proyecto para la que utilizaron un cofre del que iban extrayendo las distintas partes del trabajo, les ha hecho merecedoras de un premio que en principio no se es esperaban, aunque el planteamiento que han utilizado y la proyección que han dado al trabajo ha sorprendido hasta a los profesores que lo han coordinado, Julio Pérez y Alberto Picón. «Yo lo veía como un reto, porque han sacado algo más a unas obras que han sido muy estudiadas, al estar realizadas a finales del XV y principios del XVI cuando Burgos era un foco artístico de referencia», explica el primero, para después añadir que esa circunstancia ha supuesto una intensa labor de lectura y consulta de documentación. A ello, Picón suma el valor de que «no suele ser habitual que este tipo de iniciativas partan de los alumnos, así que cuando salen hay que apoyarlas». Una pauta de trabajo que, según subraya, siguen a rajatabla en el centro.
El resultado final para estas estudiantes, además de la estancia en Bélgica, como sus compañeros del colegio Asunción Nuestra Señora de Ávila y el instituto Europa de León, ha sido el de reafirmarse en su interés por la historia y el arte, la misma inquietud que les llevó a presentarse al concurso. Además, dejan un nuevo premio en la lista de reconocimientos del centro educativo, que era la primera vez que se presentaba al concurso, en el año en que celebra el 25 aniversario de su creación. La entrega de galardones se celebrará el próximo mes de septiembre en una gala organizada por la Fundación del Patrimonio Histórico.