España, pendiente del Gordo

AGENCIAS
-

El sorteo más esperado del año reparte más de 2.240 millones de euros. Se calcula que el 75 por ciento de la población participa en esta rifa de 200 años de historia

España, pendiente del Gordo

 
Los dos grandes bombos de la Lotería de Navidad volverán a girar hoy en el Teatro Real de Madrid para repartir más de 2.240 millones de euros en el sorteo más esperado cada año por todos. 
En un país que parece salir poco a poco de la mala situación económica en la que se ha visto sumido en los últimos seis años, y a la espera de conocer los datos oficiales, los vendedores de lotería destacan un repunte en la venta de boletos. 
Los españoles siguieron poniendo su ilusión en el premio Gordo en los años más duros de la crisis, aunque compraron en menor cantidad. Y es que se calcula que el 75 por ciento de la población adulta participa en esta rifa de más de 200 años de historia; y que cada ciudadano gasta de media 61 euros. 
La mayoría de los ciudadanos sueña con el primer premio, que asciende a 400.000 euros por cada décimo, que cuesta 20 euros. Pero tampoco son mal recibidos las predeas menores que permiten afrontar las vacaciones navideñas con más holgura. En total, se reparten 24,4 millones. 
Los afortunados han de tener en cuenta, sin embargo, que desde el pasado año el fisco español se queda con el 20 por ciento del importe logrado, siempre que éste supere los 2.500 euros. 
La novedad en esta ocasión es más positiva. Y es que los premios se podrán cobrar por primera vez el mismo día del sorteo a partir de las 18,00 horas, sin tener que esperar a la jornada siguiente para celebrarlo por todo lo alto. 
Aunque cada año arregla la vida de un buen puñado de personas, la Lotería de Navidad es, sobre todo, una tradición y un juego social en el que familias, amigos y compañeros de trabajo intercambian y comparten billetes. 
El sorteo es seguido con gran expectación por radio y televisión. En aquellos lugares en los que cae la suerte, las botellas de champán empiezan a descorcharse desde primera hora de la mañana. 
Así lo muestra este año el entrañable spot publicitario que anuncia el sorteo. En él, el dueño de un bar de barrio le entrega un décimo premiado al único vecino que no había comprado lotería, mientras a su alrededor todos lo celebran. «El mayor premio es compartirlo», reza el eslogan del vídeo. 
Como cada año, también en esta ocasión hay números favoritos. Uno de los más buscados en las administraciones es el que se corresponde con la fecha de abdicación del Rey Juan Carlos, el pasado 2 de junio, y el de la proclamación de Felipe VI, el 19 de junio. 
 
Niños cantores. Los encargados de extraer las bolas de los bombos y de cantar los números de la suerte serán, una vez más, los llamados niños del colegio de San Ildefonso, 22 menores de entre nueve y 13 años que lo hacen desde hace décadas. 
La tradición es marca propia de la Lotería de Navidad, pero el sorteo se ha ido adaptando siempre a los nuevos tiempos. El primero se celebró en 1812 en Cádiz. Cuatro décadas después, en 1853, se estrenaban los primeros bombos metálicos. 
Se televisó por primera vez en 1957 y en 1962 se empezó a utilizar el sistema de bombos múltiples. En 1974 se informatizaron los servicios de la Lotería Nacional y en 2002 el sorteo se adaptó a la entrada de España en el euro. 
En los últimos años, las nuevas tecnologías también cambiaron algunas costumbres. A las largas colas que se producen ante los puestos de lotería de la conocida Puerta de Sol de Madrid se une la venta de billetes a través de internet, que cada año suma más adeptos. 
Y es que no hay números feos, tampoco bonitos, ni siquiera aunque coincidan con una fecha estrella; en la Lotería de Navidad no valen los trucos ni estampitas, ni pasar el décimo por el manto de la virgen porque los juegos como éste son pura matemática.
Lo complicado es ganar. Y es que la posibilidad de que toque alguno de los premios, es del cinco por ciento y de alcanzar el Gordo mucho menos; la probabilidad es del 0,00001, tal y como señaló ayer el profesor de matemática aplicada de la Universidad CEU San Pablo, Miguel Córdoba Bueno.
«Cada uno es libre de tener sus creencias pero científicamente son 100.000 bolas iguales, con las mismas posibilidades de salir cada una de ellas, y es una entre 100.000», apuntó. Pero ¿por qué es la lotería preferida de los españoles y la que más o menos está resistiendo a la crisis? Córdoba Bueno lo tiene claro: se trata de una cuestión social, «parte del folclore»; «parece que no eres sociable si no juegas».
Está en la misma lista que comer turrón, cenar marisco o cordero y brindar con cava. «Hay gente que cree que si pasa el décimo por el manto de la virgen le va a tocar», pero nada más lejos de la realidad. «Cada uno es libre de tener sus creencias, pero la ciencia es la ciencia, de eso no hay duda».