Ocho muertos en carretera este verano, uno más que el pasado

I.E.
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La octava víctima mortal es un holandés de 50 años que sufrió heridas muy graves en el siniestro del pasado 31 de agosto en la AP-1 -en Zuñeda- en el que pereció una mujer

En los años 80 y 90 del pasado siglo un día cualquiera del mes de agosto podían fallecer una decena personas en accidente de tráfico. El Diario de Burgos daba cuenta de ello en sus páginas de sucesos, que durante las vacaciones estivales más parecían una sección de esquelas. Por fortuna la tendencia, con los años, ha ido en descenso y en los meses de julio y agosto de este ejercicio ha habido que lamentar ocho víctimas mortales, una más que durante 2017 pero cinco menos que el anterior.

La estadística de siniestralidad vial evolucionaba este verano con  mejores cifras que el pasado estío. Hasta el pasado 31 de agosto en las carreteras de la provincia habían perdido la vida 6 personas, una menos que en 2017. Sin embargo, ese último día del octavo mes del año se producía un accidente en la AP-1, a la altura de Zuñeda, en el que pereció una mujer de nacionalidad holandesa. En esa misma salida de vía sufrió heridas muy graves un varón de 50 años que viajaba en el mismo vehículo. Fue trasladado en el helicóptero medicalizado de Sacyl al Hospital Universitario de la capital, donde pereció en las 24 horas siguientes, según informó el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil a este periódico.

Son por tanto dos los siniestros que este verano se han saldado con más de un muerto en las carreteras de Burgos. El otro tuvo lugar el pasado 8 de agosto en la N-I, cuando un camión invadió el carril contrario - a la altura de Quintanapalla- y chocó contra un coche en el que viajaban dos jóvenes gallegos que terminaron aplastados por el tráiler en la cuneta. Este accidente dio lugar a la semana siguiente a un acto de protesta de la Plataforma de la N-I.

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