Los lodos que se esparcieron en La Calabaza no contaminaron el canal

J.C.O. / Aranda
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Un vecino de la cercana urbanización ubicada en ese monte había denunciado que las lluvias del 21 de septiembre durante toda la noche habían llevado los fangos hasta el cauce

Imagen de la escorrentía que se produce en la zona que forman fincas sin labrar, eriales y el camino. - Foto: DB

La empresa de Contenedores Arcón, encargada del transporte y valorización como abono agrícola de lodos procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales del municipio de Aranda de Duero y de la planta de Calidad Pascual, ha echado por tierra la denuncia realizada el pasado mes de septiembre por Alejandro del Cura en nombre de los vecinos de la urbanización de La Calabaza que aseguraba que los fangos depositados desde mediados de julio en unas fincas a apenas 70 metros de este barrio arandino, que ya avanzó DB, habían terminado por contaminar las aguas del canal de Aranda.

Los afectados, que inicialmente protestaron por los insoportables olores y la nube de moscas que estaban padeciendo como consecuencia del vertido, afirmaban que el domingo 21 de septiembre, fruto de las lluvias caídas desde la última hora de la tarde hasta casi el amanecer del lunes provocaron que el agua corriera por la ladera de una de las fincas por las que se esparcieron los lodos, situada en la parte de arriba del azud y con una pendiente del 7%, saltando por el muro de hormigón del canal y entrando también por un aliviadero situado a esa altura que en su día de hizo para facilitar la salida de la fauna silvestre que cae al agua y evitar su ahogamiento. Sostenían que el agua que entraba de las fincas al canal hizo subiera el nivel de éste y que a través del aliviadero existente junto a las piscinas se desviaron cientos de metros cúbicos al cauce fluvial. “Desde la urbanización de La Calabaza hasta Villalba de Duero, en 24 horas todas las acequias y ríos estaban contaminados”, afirmaban.

Sin embargo Arcón Contenedores ha recabado informes y testimonios que desmonta la teoría de los vecinos. Entre ellos el del presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Aranda, Restituto Velasco, quien visitó el lugar el 8 de octubre y declaró, con aportación de fotografías, que pudo comprobar sobre el terreno “la inexistencia de arrastre de aguas de las parcelas anteriormente citadas –las inculpadas por Alejandro del Cura-, corroborando de esta forma lo puesto de manifiesto por el Servicio de Vigilancia de la Comunidad de Regantes, proviniendo la escorrentía del camino lindante con las parcelas (conforme se desprende de las fotografías que acompañan) no existiendo contaminación alguna en el canal de Aranda o sus acequias”.

El extremo de que no existen en las fincas marcas en la tierra de haberse producido ninguna escorrentía lo ratifica a través de un acta notarial el 9 de octubre en la que aportan fotografías que demuestran que el origen está en el camino y lo confirma a través de un exhaustivo estudio realizado por el ingeniero agrónomo Daniel Domínguez Alcalde. Bajo el título Memoria técnico descriptiva del origen de una escorrentía aparte de evidenciar que las parcelas cuestionadas con muestran síntomas de erosión hídrica no contribuyeron a la formación de escorrentía ya que, en primer lugar, el suelo se encontraba en una condición hidráulica desfavorable a la misma, como consecuencia de haber sido realizada una labor de grada de discos y debido a la nascencia de las semillas del cultivo anterior y de la vegetación espontánea. Además, según sus cálculos el suelo era capaz de almacenar 40,2 mm y el día de mayor pluviometría fue el 21 de septiembre alcanzando 15,2 “por lo que se justifica que con dicha precipitación no es suficiente para generar el mencionado fenómeno”. Y dado que la intensidad máxima de la lluvia fue de 24,3 mm/h el día 21, teniendo en cuenta que la velocidad de infiltración para este tipo de suelos es de 25 mm/h (superior incluso al estar labrada en superficie) no se produjo escorrentía “y en ningún caso se dio lugar a contaminar las aguas del Canal de Aranda con dicho fertilizante”. Y concluye que contribuyeron al fenómeno unas tierras sin arar existentes en la zona, un área de erial y el camino que actúa como aliviadero de las aguas que han llegado a formar una cárcava.

Contenedores Arcón, que ha visto peligrar algunos contratos a raíz de la infundada denuncia, va estudiar la posibilidad de emprender acciones legales contra los denunciantes por presuntas acusaciones falsas e injurias.