Un golpe en la mesa, un esfuerzo para no perder la cara a la carrera. "No había nada que perder", espetó el alicantino Rubén Plaza (Israel Cycling), quien hoy se ha proclamado campeón, por segunda vez tras hacerlo en 2013, de la Vuelta a Castilla y León. La etapa que unió Segovia con Ávila, de media montaña, significa un recuerdo a otra época para un veterano del pelotón, con una larga escapada de un centenar de kilómetros, una gran parte en solitario. Con 38 años, la ronda castellanoleonesa ha servido a Plaza para preparar su participación en el Giro de Italia, que empieza en 2 semanas. El burgalés Carlos Barbero (Movistar) fue el gran perjudicado, al perder el maillot multicolor que ha portado estas dos jornadas. Acaba la carrera a 35 segundos. Tercero es Eduard Prades (Euskadi Murias).