La Junta ampara el chacolí y lo declara Vino de la Tierra de Castilla y León

R.L. / Miranda
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La bodega mirandesa, que aumenta esta nueva campaña su producción un 40%, obtiene su primera certificación, que exhibirá a partir de ahora en la contraetiqueta de las botellas

El chacolí mirandés se consolida, y lo hace al amparo del Gobierno regional, que ha reconocido a este caldo como Vino de la Tierra de Castilla y León. Se trata de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) regulada por la Junta que avala el trabajo de la bodega Término de Miranda y certifica que todas las uvas que se utilizan para elaborar el vino proceden de la región. Desde la bodega explican que, hasta ahora, «también lo han sido» (todas las uvas son de fincas  repartidas por la comarca), pero que ahora «está certificado» y se sube un «primer peldaño» en la escalera de la regulación del vino.
El reconocimiento quedará patente en todas las botellas que salgan de la bodega a partir de ahora, ya que en la contraetiqueta se plasmará que su vino, al que denominan Ch ya que legalmente no pueden llamarlo chacolí, es Vino de la Tierra de Castilla y León. También podrán hablar de añadas y de las variedades de uva con las que lo elaboran, en este caso viura, verdejo y blanca rojal.  
Para una bodega tan joven, que desarrolla un proyecto «humilde pero serio», es un logro haber conseguido esta certificación, y no descartan empezar a trabajar en unos meses en la siguiente, que podría ser el Vino de Pago, un reconocimiento que otorga la Junta a bodegas concretas con caldos singulares que no tienen a otras con las que agruparse para formalizar una Denominación de Origen. Lograrlo les puede llevar varios años, ya que es necesario presentar una completa documentación y acreditar, por ejemplo, que el terreno de producción vitivinícola es específico y diferenciador y se encuentra, por ejemplo, en una zona con características climáticas especiales. 
 
El verdejo de Miranda.
Por el momento, las botellas de la nueva añada que Término de Miranda presentará el próximo 1 de marzo estarán marcadas con la IGP Vino de la Tierra de Castilla y León. La vendimia ha acabado y lo ha hecho con muy buenas cifras, 55.000 kilos de uva recogida que se transformarán en 45.000 botellas de chacolí, un 40% más que el año pasado. La mayoría del vino, como siempre, será blanco aunque se elaborarán entre 3.000 y 4.000 botellas de la variedad ojogallo. Como novedad, también se va a elaborar un vino verdejo con el que pretenden ‘arañar’ algo de mercado en la ciudad a la DO Rueda. «Nuestro verdejo podrá competir perfectamente con un Rueda. Por las pruebas que hemos hecho en años anteriores, se podrá obtener un verdejo de nivel», afirma Koldo Madariaga, responsable de la bodega. En función del verdejo verdejo que necesite el chacolí, se decidirá cuánto se destinará a esta variedad, aunque en principio calculan que 7.000 botellas. 
Con su vino verdejo en el mercado, la pequeña bodega mirandesa confía en ganar cuota de mercado tanto en Miranda como en otras localidades. «Creemos que nos abrirá nuevas posibilidades», añade Madariaga, quien explica que hasta ahora la venta de su único producto, el chacolí, fuera de la provincia, ha sido casi testimonial. «Cuando sales fuera cuesta venderlo; no podemos negar que vamos a la estela del País Vasco y es raro que pidan un chacolí fuera, pero en cambio el verdejo se vende bastante mejor», concluye el empresario.