Campeona forjada en Burgos

Ana Isabel Angulo / Burgos
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Anna Cruz, segunda española en conquistar un anillo de la WNBA, jugó tres campañas en el Ciudad de Burgos

El Lynx Minnesota ha conquistado su tercer anillo de la WNBA tras vencer en la final al Fever de Indiana. En las filas del equipo campeón está Anna Cruz, una española que ha alcanzado la gloria en el mejor baloncesto del mundo. La base-alero, que es la segunda española en coronar la cima siguiendo la estela de la mítica Amaya Valdemoro, se forjó en Burgos. Aquí jugó tres campañas y dejó constancia del gran talento que atesoraba y, sobre todo, de su intensidad y compromiso.

Nada más conocerse la gran noticia para el baloncesto español, Amaya Valdemoro reveló la humildad de Anna Cruz, cualidad de la que tenemos constancia en Burgos. El próximo 27 de octubre cumplirá 29 años y hará una década desde que llegara a El Plantío.

Formada en el baloncesto de Badalona apostó por salir del entorno familiar y recaló en Burgos con solo 19 años. En sus tres campañas en el Ciudad de Burgos dio muestras claras de su talento. Jugaba de alero, pero era habitual verla subir el balón a una velocidad endiablada, anotar buenos triples y realizar penetraciones impresionantes. Nunca se arrugaba y se echaba el equipo a las espaldas en los momentos calientes del partido. Su entereza y compromiso eran totales.

Hizo muy buena amistad con Marta Zurro y entre ambas plasmaron el mejor baloncesto femenino que se ha visto en El Plantío en muchos años.

Compaginaba su juego en el Ciudad de Burgos con sus estudios de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Burgos. Estuvo tres campañas hasta que regresó al Olesa Espanyol para después dar el salto al entonces todopoderoso Rivas. Anna Cruz mantuvo la matrícula en la UBU hasta que se licenció. Siempre ha recordado con cariño su etapa burgalesa. Cuando coincide con el presidente de la Federación Territorial de Baloncesto, Carlos Sainz, en las concentraciones de la selección nacional manda recuerdos a través de simpáticas fotografías.

Con el declive del baloncesto nacional, Anna Cruz volvió a demostrar su valentía y fichó por el equipo ruso del Nadezhda Oremburgo, donde milita desde hace dos años. Esta competición le permite en verano jugar en la WNBA, la mejor liga del mundo.

Empezó en el New York Liberty donde tuvo un papel relevante y llamó poderosamente la atención por su pundonor, desparpajo y entrega en la pista. Sus buenos números le abrieron la puerta de la poderosa franquicia de Minnesota, coincidiendo con Ricky Rubio.

Anna Cruz cambió de rol. Su protagonismo se redujo pero los pocos minutos que le dieron de pista supo aprovecharlos al máximo. Su labor ha sido elogiada de manera especial por su entrenadora en la fase final por el título. En el quinto y decisivo partido ante las Fever Indiana ha jugado 19 minutos, logrando 5 puntos, 4 rebotes y una asistencia.

Ha cerrado 2015 con el título de campeona de la NBA al que hay que sumar la medalla de bronce en el Eurobasket. Va a cumplir 29 años y le queda cuerda para seguir cosechando éxitos y continuar haciendo historia. Anna Cruz es una estrella forjada en Burgos.