No todo son datos negativos en la evolución del mercado laboral. La contratación de personas con discapacidad, a lo largo de los últimos diez años en la provincia de Burgos, ha mostrado una tendencia ascendente, registrándose el mayor número durante 2013, año en el que se realizaron 1.678 contratos, que representan el 1,64% sobre el total de la contratación. Esta cifra supone 600 contratos más que hace una década, si bien  la cara menos positiva de esta estadística se traduce en una elevada temporalidad.

En la integración e incorporación de estas personas al mercado de trabajo ha sido esencial la normativa que obliga a las empresas a contar con un dos por ciento de personas con algún tipo de discapacidad, cuando su plantilla supera los 50 trabajadores. En el caso de las empresas con puestos que requieren una gran especialización, como las entidades bancarias, se puede articular este compromiso a través de convenios.

Esto último es lo que ha hecho Cajaviva Caja Rural, que ha firmado un acuerdo de colaboración con Aspanias por importe de 6.400 euros para la financiación y desarrollo de actividades de inserción laboral, que permitan una mejor integración social de los usuarios de la entidad. «Mejorar la calidad de vida e integración es algo que debe ser prioritario», señaló el presidente de Cajaviva Caja Rural, Pedro García Romera, antes de destacar la labor «encomiable y fructífera» que realiza Aspanias.

El objetivo del acuerdo alcanzado, enmarcado en el 50 aniversario de la entidad social, es apoyar la labor que desarrolla Aspanias para alcanzar la autonomía de sus usuarios a través de distintos programas de formación e inserción.

El acuerdo, tal y como subrayó García Romera, se suscribe dentro del apoyo que Cajaviva Caja Rural mantiene con diversas entidades sociales arraigadas en el territorio y que dan respuesta a las necesidades sociales del entorno, generando un impacto positivo en la sociedad.

Desde esta línea de actuación, Cajaviva Caja Rural pretende respaldar a colectivos de Burgos que, como Aspanias, trabajan por la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, creando y gestionando centros, servicios y soportes bajo criterios de eficiencia y eficacia.

Por su parte, el presidente de Aspanias, Antonio Tajadura, explicó que invertirán el dinero aportado por Caja Rural en la formación de unos 60 alumnos en riesgo de exclusión.

En la actualidad, Aspanias suma casi 220 trabajadores en sus centros especiales de empleo, donde además se han puesto en marcha nuevas líneas de actuación en materia de agricultura ecológica y de transformación de esos productos. Además de estas 218 personas empleadas, contabiliza 60 alumnos en proceso de formación.

En cuanto al nivel de cumplimiento por parte de las empresas burgalesas de la normativa sobre contratación de personas con discapacidad, Tajadura indicó que está en un 50 o 60%, tras lo que añadió que les gustaría «que fuera más».