Quieren un tercer sótano y tirar la fachada en San Gil

P.C.P.
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El jueves hallaron un hueso, en apariencia humano, en la zona donde han comenzado a hacer catas

La promotora de la obra de San Gil 6, 8 y 10 ha planteado al Ayuntamiento de Burgos la necesidad de excavar un tercer sótano, que no aparecía recogida en el proyecto básico. Además, insiste en la conveniencia de derribar la única de las tres fachadas que se ha visto obligada a dejar en pie, puesto que se encuentra en muy malas condiciones y la parte superior de la misma carece de protección, según fuentes municipales.

Sin embargo, Patrimonio decidió inicialmente que se mantuviera, por lo que cualquier cambio tendrá que someterse a la evaluación de la Comisión Territorial, que está previsto se reúna a primeros de septiembre.

Los arquitectos municipales están siguiendo con mucha atención todos los movimientos que se producen en este solar, contiguo a la iglesia de San Gil, por la especial protección que como BIC tiene este monumento.  Han mantenido ya varias reuniones, las últimas centradas en la ejecución del muro pantalla.

El derribo comenzó con mucha polémica, al utilizar maquinaria pesada y provocar que una parte de los escombros de los edificios -con entramado de madera- cayera sobre el muro y la escalera principal del templo, con daños visibles. Técnicos de Patrimonio han visitado la zona para valorar los desperfectos y establecer su restitución. La constructora asegura que ha mostrado su disposición total a colaborar.

El miércoles comenzaron las catas geológicas en el muro contiguo a la iglesia. Al día siguiente quedó al descubierto un hueso, con apariencia de fémur humano (según se puede apreciar en la fotografía), que ayer por la mañana ya no estaba en la obra.  Fuentes de la empresa sostienen que aún no han comenzado a excavar y que ignoran la procedencia de ese resto óseo.

No sería extraño que perteneciese a un cementerio ubicado hace siglos en el exterior de la iglesia, que cayó en desuso y se abandonó sin trasladar todos los restos a un osario, como el hallazgo realizado en el monasterio de San Juan hace unas semanas.

La promotora aclara que tiene «todos los permisos para hacer indagaciones  de cimentación» y que la obra tiene un arqueólogo, que ha presentado el proyecto de intervención y análisis conforme a la normativa vigente. Del mismo modo, insiste en que durante el derribo han primado la seguridad humana y dentro de las dificultades intrínsecas al casco histórico y a una manzana con construcciones entrelazadas han sido muy «cuidadosos». No son de la misma opinión vecinos, comerciantes y feligreses, que consideran que en vez de maquinaria pesada se podía haber realizado una demolición más cuidadosa, prácticamente manual, y haber minimizado los riesgos y también los perjuicios, además de la cantidad de polvo que se ha extendido por los locales y casas de los alrededores.

Edificio Buena Mañana S.L. va a construir en la parcela 19 pisos con trasteros, un local de unos 700 metros cuadrados y hasta 36 plazas de garaje en dos sótanos, según el proyecto básico de demolición al que la Comisión de Licencias dio el visto bueno en octubre de 2017.