Viales y Obras Públicas S.A. volverá a tender el puente entre los dos lados del barrio del Crucero este invierno, dos años después de que el tiempo y la imprevisión de Fomento se llevaran por delante la vieja pasarela peatonal sobre la BU-11. El Ministerio ha elegido a la empresa manchega entre las 19 presentadas por ser la «oferta económica más ventajosa», concretamente un 31% por debajo del precio de licitación.
Según la resolución de adjudicación de la Dirección General de Carreteras, a la que ha tenido acceso este periódico, la obra se ejecutará por 554.422 euros (IVA incluido) frente a los 804.393,33 por los que salió a licitación en enero. Según el proyecto redactado por los técnicos de la administración estatal, tendrá que estar construida e instalada en 4 meses, por lo que hasta principios de 2019, en el mejor de los casos, no se podrá volver a cruzan a pie la autovía de ronda.
El Consejo de Barrio del Crucero no ha dejado de exigir esta infraestructura desde que se desmontó el oxidado puente de los años 80, concretamente el 7 de noviembre de 2016, y expresar su malestar por el retraso en redacción del proyecto y su licitación.
La nueva pasarela se construirá con un tablero mixto de hor migón y acero y medirá 44,4 metros de longitud y 2,3 metros de anchura, aunque los peatones caminarán por un ancho de 2. No será cubierta. Los accesos deben salvar un desnivel importante y a la vez cumplir la normativa de accesibilidad con respecto a las pendientes máximas permitidas, por lo que se dotará de unas rampas de 105 metros en el acceso norte y 55 metros en el acceso sur. En el acceso sur (calle Ángel García Bedoya) se diseña un muro de contención junto a la calzada de la BU-11 donde apoya la viga de la pasarela, según los datos de Fomento.