Reutilizar libros ahorra 100 euros a cada familia

B.G.R./R.L.
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El curso 2018/2019 será el tercero seguido en el que no cambie el listado de manuales escolares y eso repercute en que los centros cuenten con más volúmenes de segunda mano que nunca

El curso escolar 2018/2019 es el tercero sin apenas renovación de libros de texto, lo que supone un ahorro para las familias de alrededor de un tercio de lo que deberían gastarse en un año en el que sí hubiera cambios de referencias, lo que traducido a dinero supone hasta cien euros por alumno en educación secundaria. Esto ha supuesto una caída de las ventas de entre un 15 y un 20%, según los libreros.

La Junta aprobó el cambio de apenas 16 títulos en toda la provincia, de modo que los bancos de libros están más llenos que nunca y las librerías están notando un verano «poco boyante» por este motivo, así como por el aumento de dinero destinado al programa Releo Plus (este año llega a un 20% de usuarios más). «Muchas listas son de cuadernillos», ya que no pueden reutilizarse, constata Luz Alonso, de la librería Hijos de Santiago Rodríguez. Solo en Infantil y en los dos primeros cursos de Primaria es habitual la adquisición de los lotes completos. El ahorro fuerte llega en la ESO. En esta etapa es frecuente que los manuales superen los treinta euros.

La campaña de libros de texto «era importante» antes de que los comercios burgaleses comenzaran a aplicar descuentos. «El libro de texto es una forma de atraer clientela para el material escolar», admite Ángel Hortigüela, propietario de la Librería DIN A4, que califica de «ruinoso» dedicarse a la venta del temario por el trabajo que implica y el poco margen que deja. En esto coinciden todos los libreros, que desde finales de agosto hasta los primeros días de curso atienden peticiones de volúmenes sueltos de clientes que no los han encontrado en otras tiendas.

Y eso que con la entrega generalizada de las listas de material escolar a finales de junio el próximo mes llega con menos carga de trabajo y aglomeraciones que en años anteriores. En ese aspecto, entre los consumidores va calando ser previsores y adquirir lo necesario a lo largo del verano.

En cuanto a los canales preferidos por los consumidores, se mantienen las librerías tradicionales y la venta por internet, que sigue subiendo, aunque en esta ocasión el incremento ha sido menor que en años anteriores. Además, las grandes superficies han facturado algo menos, según las estimaciones de la Asociación Provincial de Libreros de Burgos.

 

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