Las huellas del templario

R. Pérez Barredo / Valdeande
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La iglesia de San Pedro Apóstol de Valdeande, en la Ribera del Duero, ha sido incluida en una propuesta de ruta turística regional relacionada con la Orden del Temple, la institución más poderosa del Medievo

Un impresionante moral, coetáneo de muchas de las piedras del templo, cobija bajo sus ramas seculares una tumba sobre la que se cierne la leyenda. Se dice que esa losa de piedra, que en el pasado se ubicó bajo la puerta de entrada a la iglesia de Valdeande, impresionante templo que se erige en un altozano desde el que se otea la campiña ribereña, pertenece a un caballero medieval. Pero no a uno cualquiera, sino a un guerrero miembro de la más poderosa institución religioso-militar de Edad Media: la Orden del Temple. Es una suposición: ningún documento acredita esa posibilidad, sobre la que se especula porque la iglesia de San Pedro está marcada por símbolos que remiten a los templarios.
Tan es así, que la propuesta regional para crear un itinerario turístico relacionado con la Orden Temple en Castilla y León incluye esta iglesia como único ejemplo relacionado con los templarios en la provincia de Burgos. Erigida en un promontorio desde el que se otea el valle que baña el Duero, el templo original fue construido en el siglo XIII. De aquella época conserva su imponente torre vigía. Pero es en el muro petrimetral donde se localizan los tres primeros elementos que relacionan la iglesia ribereña con la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón: tres estelas, incrustadas entre los sillares que levantan la pared, en las que está grabado uno de los símbolos templarios por antonomasia: la cruz patada o cruz paté.
También en el interior es visible la huella templaria: se trata de tres inscripciones. Una de ellas es una marca que hace referencia al cáliz o Santo Grial -gran símbolo del cristianismo que, según las fuentes legendarias, custodiaban los templarios-, la marca de una espada y otra marca en forma de cruz realizada a base de círculos
 
Una nueva ruta.
Ha sido el PSOE el que ha elevado a las Cortes la propuesta para crear esta nueva ruta turística. Los argumentos son de peso: Castilla yLeón tuvo varias encomiendas después de que la Orden, creada en 1170, se extendiera por Francia, Alemania y la Península Ibérica. Valdeande es uno de los templos que se relacionan con los templarios, pero en otras provincias comoZamora o Soria son varias las localidades vinculadas con esta mítica institución del Medioevo. Alcañices, Tábara, Mombuey, Villalpando y la propia ciudad de Zamora, donde el Temple poseía las iglesias del Sepulcro y de Santa María de la Horta. En León, Alija del Infantado y los castillos de Cornatel y Ponferrada; en Segovia, la iglesia de la Vera Cruz; en Soria, Caracena,peroniel, Castillejo de Robledo, la ermita de San Bartolomé en el cañón de Río Lobos y la ermita de Nuestra Señora de los Santos de Morón de Almazán.En la provincia de Valladolid se localizan Ceinos de Campos y Muriel de Zapardiel. Y en Palencia, Terradillo de los Templarios.
Para el PSOE, es necesario realizar un inventario riguroso para establecer esta ruta toda vez que el turismo «es un sector de futuro y es preciso ofrecer productos atractivos al viajero».