Ilusión por el debut, decepción por las derrotas, entusiasmo con la primera victoria, resignación ante el poderío de los 'grandes' y satisfacción al final por la consecución de la permanencia en la Liga Endesa. La primera temporada del San Pablo en la máxima categoría ha sido una montaña rusa de emociones que, afortunadamente, tuvo ayer un final feliz. Los burgaleses se impusieron (96-88) al Tecnyconta Zaragoza y certificaron la salvación cuando todavía restan tres partidos para la conclusión del campeonato. Más en la edición impresa o aquí.