Burgos registra el menor número de comercios de la década

G. Arce
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El boom del ecommerce en los últimos 4 años coincide con la desaparición de 200 establecimientos a pie de calle

Burgos registra el menor número de comercios de década - Foto: Alberto Rodrigo

El comercio a pie de calle, en la capital y también en los pueblos de la provincia, está inmerso en una grave crisis desde hace años. No solo sufre apagones (reivindicativos) en sus escaparates sino también en los censos estadísticos. Burgos y su provincia registraron el pasado año el menor número de establecimientos de la última década y, es más, solo en los cuatro últimos años -que coinciden con el boom del ecommerce por internet y de la paquetería a domicilio- han echado la persiana 200 negocios, 107 de ellos a lo largo de 2018, cuando la crisis de consumo ya se había dado por superada (en teoría).

Pese a los malos tiempos que corren, el peso de este sector sigue siendo extraordinario en la economía provincial, en la generación de empleo y la dinamización de ciudades y pueblos. En Burgos y provincia se contabilizan 3.462 comercios tradicionales (de mostrador), incluyendo en los mismos al sector de la alimentación; el del textil, calzado y complementos; comidas y bebidas; equipamientos del hogar y otros comercios al por menor, como los bazares o las tiendas de chinos, que también cuentan. No se incluyen en esta suma las farmacias, las gasolineras y la venta de tabaco en lugares distintos de los estancos, ni el comercio de vehículos y de maquinaria, ni tampoco supermercados, hipermercados y grandes almacenes.

Toda esta gran amalgama de negocios consta en el listado de epígrafes de actividad del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) que maneja la Cámara de Comercio e Industria de Burgos y que se erige como la prueba más precisa para determinar el estado de salud global del comercio tradicional en Burgos, sin detallar su ubicación por barrios, tamaño de los negocios o cuenta de resultados.

Recordemos que el IAE es un tributo que grava toda la actividad económica y que es gestionado por los ayuntamientos. Los epígrafes de este impuesto definen la actividad de cada empresa. 

Así, del análisis del IAE se desprende que el 60% del sector comercial de Burgos está centralizado en la capital y que 6 de cada diez tiendas abiertas a pie de calle se dedican a la venta de equipamiento de la persona y del hogar. Es este ámbito el que más sangría de cierres está sufriendo, 86 en el último año, lo que le aleja poco a poco de los casi 2.300 negocios que alcanzó en el año 2011, que empieza a marcar un declive al que no se le ve final. La razón que explica esta deriva es internet. Ropa, complementos, calzado y los utensilios para la casa se adquieren cada vez más a través del ordenador desde cualquier punto de la provincia y por muy mal comunicado que esté. 

Salvo los que han dado el salto al mundo digital (cada vez más) y las grandes franquicias, el resto de los negocios han visto cómo los mostradores se han ido quedando poco a poco sin actividad y que es imposible competir con el otro comercio, el electrónico, que en 2018 creció a un ritmo del 30% en la provincia y desbordó a su paso las previsiones de las grandes compañías de paquetería. Por este u otros motivos, ese mismo año se cerraban 66 negocios en la capital y 20 en el resto de la provincia. 

cesta de la compra. La influencia de internet aún no ha llegado a las pequeñas tiendas de alimentación, las que hasta hace poco tiempo protagonizaban la cesta de la compra diaria, aunque previsiblemente llegará con la proliferación del reparto a domicilio con todas las garantías de seguridad, sanidad y conservación. Por ahora, estas tiendas viven su particular calvario con la competencia creciente de las medianas y grandes superficies y el cambio radical en los hábitos que marcan el carrito de la compra y el coche.

En el conjunto de la provincia operan 1.222 fruterías, carnicerías, pescaderías, hueverías..., según los datos facilitados por la Cámara de Comercio. Hace diez años eran 1.259, aunque llama la atención que los establecimientos de esta naturaleza ubicados en el medio rural (fuera de la órbita de supermercados e hipermercados) sostienen su número.

bazares. En el análisis realizado a partir de los datos del IAE, llama la atención el comportamiento del epígrafe 662.2, que reúne a los comercios que comercializan toda clase de artículos, incluyendo comida y alimentos. Son los bazares, las tiendas de chinos, otrora los negocios de ‘todo a cien’.

Actualmente hay 147 abiertos en  Burgos, 30 menos que en 2009, aunque el reparto ha cambiado:crecen en la capital y descienden drásticamente en el mundo rural. Tales diferencias se pueden atribuir a que en el entorno residencial cada vez hay menos espacio para el comercio y triunfa la fórmula del multiservicio de última hora. Su declive rural, donde estos ultramarinos triunfaban, va en consonancia con la desertización de los pueblos.