Un polígono casi desierto con enormes rectas y varios carriles en cada sentido. Por las características de su urbanización y porque apenas registra actividad empresarial ya que actualmente solo hay dos firmas instaladas, Ircio es un lugar que reúne todos los atractivos para los aficionados a las carreras ilegales de coches. 

Aunque la vigilancia policial ha logrado reducir notablemente un problema que en otras épocas suponía un quebradero de cabeza relativamente frecuente, es imposible evitar que periódicamente algunos conductores tengan la tentación de convertir la zona en un improvisado circuito.  La mayoría provienen de otras ciudades ya que los amantes de este tipo de eventos suelen ir cambiando de sitio constantemente para intentar ser descubiertos.  Sin ir más lejos este fin de semana se ha multado a doce vehículos por participar de dos carreras diferentes. Una de ellas tuvo lugar en la madrugada del sábado y los participantes, al advertir la presencia policial, intentaron darse a la fuga cometiendo numerosas infracciones como circular en sentido contrario, saltarse líneas continuas o apagar las luces. Aún así fueron identificados la mayoría de los presentes. 

Solo unas horas después eran denunciados los propietarios de otros cinco coches por el mismo motivo, con el agravante de que en este caso la carrera ilegal tuvo lugar en plena tarde del domingo. Las llamadas ciudadanas alertaron de la presencia de los vehículos y la rápida actuación de los agentes fue clave para pillar a los infractores antes de que pudieran abandonar el polígono. Y es que dentro de la Policía Local existe un «dispositivo especial» que les lleva a reforzar la vigilancia para prevenir este tipo de delitos contra la seguridad vial en las zonas industriales, asegura la concejala Laura Torres, quien destaca que los operativos que se vienen realizando en los últimos años han tenido el efecto disuasorio esperado ya que cada vez se registran menos sucesos. 

mejoras viales. Al margen de las carreras ilegales, lo cierto es que las largas rectas del polígono de Ircio son una invitación a pisar el acelerador más de la cuenta para cualquier conductor, muchos de los cuales se olvidaban de rebajar la velocidad a la hora de atravesar el pueblo. La colocación de badenes en la entrada de la localidad puso fin al problema, una medida que ahora se tomará en otras pedanías en las que también se superan los límites legales cuando se entra en el núcleo urbano. Son parte de las actuaciones contempladas dentro de la campaña de mejora de la seguridad vial que se está llevando a cabo en las últimas semanas. En el centro de Miranda se ha acometido el pintado de las marcas viales de varias calles y próximamente se intervendrá en localidades del entorno.