Hace unos meses que José Antonio Abella no pierde la sonrisa. Desde La Isla del Náufrago, «la editorial más pequeña del mundo» según relata el autor, ha conseguido hacer que la novela que relata la historia de las relaciones entre el poeta y escultor José Fernández Arroyo y la joven alemana Edelgard Lambrecht a partir del diario del artista y la correspondencia de ella mantenida entre los años 1949 y 1953, esté prácticamente en todas las librerías de Castilla y León y en buena parte de las del resto de España.

El gran puzzle que supone La sonrisa robada, centrada en la historia de amor y en la Alemania de después de la Segunda Guerra Mundial, le ha hecho merecedor del Premio de la Crítica de Castilla y León: «El galardón ha sido importante para mí, por supuesto, pero lo ha sido aún más para la editorial», asume el propio Abella, su máximo responsable. «Antes del premio distribuíamos exclusivamente a particulares que compraban por internet y ahora estamos vendiendo en las librerías, sobre todo en Burgos, Valladolid y Segovia. El libro va muy bien. En una pequeña editorial las ventas nunca se disparan, pero digamos que hay un goteo en alza desde entonces», añade en Burgos, la ciudad donde nació y de la que se fue con 18 años.

El autor, que ayer firmó ejemplares en la Feria del Libro y ofreció un coloquio en la Sala Polisón, se siente «un poco apátrida» y extraño en la ciudad que creía conocer, en la que busca comercios que ya no existen y reconoce otros que se mantienen, en la que la Catedral ha olvidado el tono negro que la cubría y le recibe hoy como el responsable de una editorial que ha sacado 9 títulos a la venta, el último con las cartas originales de Edelgard y las reflexiones del poeta en Diario de un sueño. «Creo que la publicación de mi novela, el premio y todo lo que está suponiendo para la editorial, además de la reedición de su Diario, son las pequeñas cosas que le dan algo de felicidad. A sus 86 años José Fernández Arroyo se encuentra mentalmente bien, pero ha intentado varias veces suicidarse y desde la última ocasión, el pasado junio, está ingresado en una residencia con una orden judicial que le impide salir. La repercusión de La sonrisa robada le emociona porque ve que su historia de amor ha trascendido».

Después de un año sabático que se impuso en 2013 y de la interrupción que conlleva el premio, el escritor burgalés retomará la literatura con una colección de cuentos. La editorial, por su parte, prepara la reedición de Calle Feria, de Tomás Sánchez Santiago, que fue Premio de Novela Ciudad de Salamanca en 2007.