Un anillo de 4 kilómetros abastecerá con biomasa a la UBU, San Amaro y el Militar

J.M. / Burgos
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La Junta presupuesta 2,8 millones para construir el próximo año una planta y un circuito de tuberías y calentar más de una decena de edificios de las tres administraciones públicas

Con un modelo similar al diseñado para el polígono industrial de Villalonquéjar, la Sociedad de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) contempla la construcción de una gran red soterrada de calor que, gracias a la construcción de una planta de biomasa, abastezca a más de una decena de edificios públicos situados en el entorno del Campus de la Milanera. La Junta no solo prevé que el proyecto avance en los trámites administrativos sino que cuenta, en el desglose del presupuesto de 2016, con una partida de casi 2,8 millones de euros.

Aunque nada se sabía de esta iniciativa, hace casi un año que representantes de la Universidad de Burgos pidieron a Somacyl que estudiara la posibilidad de realizar en Burgos un proyecto similar al desarrollado en el campus de Valladolid. Desde entonces las conversaciones se han ido intensificando hasta conseguir dotar de dinero a esta actuación. La UBU sería la principal beneficiada ya que a esa red de tuberías de calor, que tendrá una longitud de entre 4 y 5 kilómetros, se sumarán prácticamente todas sus edificios.

El vicerrector de Infraestructuras, Manuel Manso, detalla que se engancharán la Escuela Politécnica Superior, las Facultades de Educación, Ciencias, Económicas, el conjunto del Hospital del Rey (tanto el rectorado como Derecho), la Biblioteca Central, los pabellones del antiguo Hospital Militar y la Residencia Camino de Santiago. Únicamente se quedarían fuera el Centro de Investigación de Biotecnología Alimentaria (CIBA) y el edificio de Servicios Centrales, ya que no reúnen los requisitos para incorporarse a la red, y tampoco las infraestructuras del Campus del Vena, por quedar demasiado lejos de a intervención.

Pero el proyecto de Somacyl no solo ha mirado a la UBU, sino que también pretende atraer a otras administraciones para que sumen otros edificios a la red. Así, la propuesta se extiende al Ayuntamiento de Burgos, que podría servirse de esta infraestructura para el complejo deportivo de San Amaro. En este caso, se entiende que podría ser muy útil no solo para los inmuebles que allí se ubican, sino también para calentar la piscina climatizada.

Aunque aún quedan muchos detalles por pulir, la invitación de Somacyl llega también al Gobierno Central, al que propone que incorpore el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedades Raras y sus Familias (Creer) e incluso el Monasterio de las Huelgas. Aunque aquí, deberá ser Patrimonio Nacional la que decida si ve con buenos ojos que el monumento se sume a esta actuación.

También se contempla que el centro de salud de las Huelgas, también el Hospital Militar y en este caso de la Junta, se sume a la red de biomasa.

Aún faltan casi todos los trámites por superar antes de que las máquinas empiecen a trabajar y uno de los más importantes es que falta por saber si será el Ayuntamiento el que cederá una parcela a Somacyl para instalar la planta de Biomasa o si ese esfuerzo lo asumirá la Universidad. Lo que sí es un hecho es que la construcción ocupará una superficie de 1.500 metros cuadrados, por lo que es necesario que el suelo que se aporte ronde los 3.000 metros. Sin que haya nada concretado, se piensa en terrenos ubicados en la zona de La Milanera o detrás de Bakimet.

Manso explicó que por lo que han conocido del proyecto, Somacyl podría ejecutar el proyecto en un plazo de 8 o 9 meses.

La red funcionará con una planta de biomasa, que se abastecería de la madera de los bosques de la provincia de Burgos, que transportará agua caliente por el circuito de tuberías hasta cada uno de los edificios que se sirvan de ella. Un modelo de energía renovable en el que no se computan emisiones de CO2.

Manso detalló que al menos hasta la fecha «solo vemos ventajas» a un proyecto que apuesta por una «sostenibilidad mucho mayor», en el que se les ha garantizado «precios cerrados para la próxima década» y con en el que estiman que lograrán «un ahorro de más de 200.000 euros al año».

Las actuaciones programadas por Somacyl para 2016, que alcanzan en total los 8,4 millones de euros en la provincia y que duplican el dinero respecto a 2015, han sido las responsables de que no hayan descendido las inversiones en el presupuesto de la Junta. Solo a las redes de biomasa destinará 5,3.

El coste de esta red de calor es, en términos económicos, la segunda inversión con más dinero reservado por la Junta para 2016. Únicamente lo supera la urbanización del Parque Tecnológico, con 6,4 millones.