Castrillo de Murcia rehabilita su ermita tras 2 años sin poder usarla

A. Pérez / Castrillo de Murcia
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Los arcos fajones en los que descansan las bóvedas decorativas presentan roturas y los muros laterales se han abombado. Las pinturas sobre el altar han perdido color y su delineación

La ermita de San José de Castrillo de Murcia, pedanía de Sasamón, es un templo sencillo pero muy significativo y querido para los vecinos del pueblo, que lo usan durante la popular fiesta de El Colacho, en el día de San José, en celebraciones íntimas y en algunas misas cuando hay poca gente en Castrillo de Murcia. Por esta razón, es la propia Junta Vecinal la que correrá con los gastos de rehabilitación de la ermita, que lleva dos años sin poder usarse, y que ascienden a casi 19.000 euros, como explica María Nela Manrique, alcaldesa pedánea.

Aunque se trata de un santuario pequeño, destacan, por sus tonalidades y variedad de formas, las coloridas pinturas de la bóveda que se encuentra sobre el altar que, junto con el brillo dorado del sagrario, sorprenden al visitante. Actualmente, las pinturas han perdido su color y lucen borrosas debido a la humedad. Además, la bóveda presenta grietas, por lo que se reconstruirán las partes afectadas y se aplicará un tratamiento para desprendimientos. Por último, se colorará con pinturas minerales aptas para superficies de piedra y se aplicará un tratamiento endurecedor, para lograr que pueda lucir como al principios de su existencia.

reconstrucción de pilastras. El estado de las pinturas no es el único problema a solucionar. Durante su vida, la ermita ha sufrido diversas intervenciones de mantenimiento y conservación. Una de ellas consistió en eliminar el revestimiento de yeso de los adornos interiores. En el marco de esta actuación se eliminaron también las columnas interiores sobre las que descargaban su peso los arcos fajones, probablemente en la creencia de que estas pilastras eran meramente decorativas.

Esto provocó un cambio en la descarga de los arcos, que pasaron a transmitir todo el esfuerzo a los muros laterales de la ermita que están abombados.

Este cambio en la descarga del peso también ha provocado la rotura de los arcos fajones en los que descargaban las bóvedas y que forman la decoración del techo. Ahora ya se trabaja en la instalación de nuevas pilastras, que serán de ladrillo macizo y devolverán a la techumbre su configuración estructural original. Igualmente, los arcos fajones se rehabilitarán siguiendo el aparejo original y se pintarán según el diseño inicial.

Por último, durante las nevadas del 2014 se formó un agujero en el techo que ha ido creciendo, por lo que también será tapado.

Hace un año, la Junta Vecinal decidió arreglar el techo de la ermita de San José debido a su mal estado, en ese momento se dieron cuenta de que también era urgente realizar esta actuación en el interior. Las obras ya han comenzado y la alcaldesa pedánea espera que estén terminadas para la celebración de El Colacho, que este año será el 29 de mayo.