El agua anega y destroza parte de los paseos de la laguna de Bayas

G.A.T. / Miranda
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Puentes y caminos han quedado cortados al desbordarse el humedal, que sin embargo ha recuperado con creces la presencia de aves perdida cuando se secó hace cuatro años

De no tener ni una sola gota de agua a desbordarse hasta alcanzar fincas de labranza cercanas y destrozar las sendas circundantes.La laguna de Bayas sufre frecuentes cambios de nivel según se comporta la climatología, pero este año, con la enorme aportación de agua procedente de la lluvia y la nieve, el subsuelo se ha ‘cargado’ y el agua surge con insistencia en la superficie de este singular humedal ubicado a las afueras de la ciudad.

Tanto, que a día de hoy es imposible hacer el recorrido marcado por una senda circundante habilitada hace años, ya que el nivel de la laguna es tan alto que ha tapado buena parte de los caminos de tierra existentes, haciendo impracticables los puentes que cruzan los canales y dejando bajo las aguas algunas infraestructuras del paseo como los bancos y las papeleras.

La elevación del nivel de la laguna es normal teniendo en cuenta la gran cantidad de agua caída en los meses pasados, pero esta acumulación ha hecho además que los caminos de tierra habilitados se hayan descompuesto en algunos de sus tramos, al filtrarse el agua y disolverse la zona compactada.

Unos daños que hasta que no se baje el nivel del agua no van a poder ser cuantificados con exactitud, al igual que los posibles efectos de la acumulación del agua en la zona de puentes y descanso. La zona tuvo entre los años 2008 y 2010 una importante intervención de regeneración por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que invirtió más de 100.000 euros.

Fue entonces cuando además de actuarse en el propio humedal, abriendo los canales para facilitar la acumulación de agua, se hizo un kilómetro de paseos perimetrales, se colocaron puentes, bancos y junto al parque una zona de con paneles informativos sobre las aves que suelen poblarla y una caseta de observación ornitológica.

Esta situación de abundancia de agua contrasta con lo vivido por el humedal hace solo cuatro años, cuando por la ausencia de aguas subterráneas, y al estar la laguna regulada solo de forma natural, se secó por completo. Un drama no solo para los cientos de peces que entonces murieron, sino para la smuchas aves que tienen en este rincón del extrarradio mirandés un punto fijo de descanso en sus rutas migratorias y en otros muchos casos un espacio habitual en el que anidar y criar.

Muchas aves

Por ello la abundancia de agua ha significado una explosión de vida en el humedal, con la presencia de multitud de ejemplares de aves acuáticas que están actualmente criando en la laguna. A pesar de la imposibilidad de pasar por los caminos, desde la zona de observación ubicada en el parque pueden verse con facilidad parejas de azulones, multitud de fochas con sus polluelos, verderones, verdecillos, golondrinas, carriceros, jilgueros... un amplio listado de aves que encuentran en el crecido humedal un espacio idóneo, ya que además los carrizos están densos y en ellos encuentran una notable protección. También, si hay suerte, pueden verse algunas garzas, que exhiben su envergadura en sus vuelos bajos en busca de ramas con las que hacer sus nidos, o algunas aves rapaces como el aguilucho lagunero, con caídas en picado sobre la  laguna acechando alguna pieza.

La vitalidad que tiene este humedal se contagia al cercano de Lacorzana, donde el agua también ha rebosado los límites habituales anegando algunas de las fincas de labranza, no obstante, al estar en este espacio natural los caminos algo más separados de la zona inundable, no se han visto dañados, y el paseo es completamente practicable a pesar de la falta de mantenimiento evidente en algunos puntos.