Rosario obrero por las víctimas del terrorismo

G.G.U. / Burgos
-

Unas doscientas personas acompañaron a la Cofradía de la Santa Columna y al Círculo Católico en uno de los actos más arraigados a la Semana Santa • También se pidió por los «sentimientos de justicia y acogida»

Es posible que en los 55 años transcurridos desde que la Cofradía de la Santa Columna y el Círculo Católico de Obreros empezaron a organizar el Rosario Penitencial Obrero en Martes Santo, nunca hayan dejado de pedir por las víctimas del terrorismo, pero después de los atentados de Bélgica, ayer era obligado hacerlo. Y así, tanto al comienzo como en el segundo misterio doloroso hubo palabras para quienes sufren por el fanatismo y el odio. «Jesús flagelado es la representación de los hermanos que sufren por el plomo, las guerras y el odio; es la representación de todas esas víctimas del terrorismo...», se destacó.

El Rosario Penitencial Obrero es uno de los actos más arraigados a la Semana Santa y, de hecho, los cuatro grados que marcaba el termómetro de la plaza Vega pasadas las 20.15 horas no fueron impedimento para que unas 200 personas siguieran a la comitiva desde la salida en la sede del Círculo Católico de Obreros de la calle Concepción y a lo largo de los, aproximadamente, 70 minutos que dura el rosario. Las consignas a seguir, las mismas que en ediciones anteriores: silencio, plegaria y oración.

Indicaciones que se cumplieron a rajatabla, con rezos y canciones en los que «la gran familia del Círculo Católico», según sus palabras, también se acordó de las familias burgalesas y de la necesidad de hacer aflorar en la sociedad «los sentimientos de justicia, acogida, paz y oración». Palabras que van en consonancia con el origen y el vestir de la Cofradía organizadora, que no escogió los colores de sus hábitos al azar: el blanco, que  simboliza la paz para todos los trabajadores, y el verde, en representación de la esperanza en la justicia y también en la misericordia del Señor. En la comitiva, no obstante, procesionaron otros tantos devotos de agrupaciones vinculadas a diversas parroquias: San Lesmes, Fátima, Sagrada Familia, San Lorenzo...

 Todos ellos acompañaron a los dos pasos que identifican a la cofradía del Círculo: la réplica de la escultura de Diego de Siloé que se custodia en la Catedral y que representa a Jesús atado en la Columna y el Santo Sudario. Escenas que llaman al recogimiento y a la oración sentida;y si bien es cierto que estas dos actitudes eran visibles entre quienes desfilaban, hay que decir que no lo eran tanto entre los que los veían pasar desde aceras y balcones. De hecho, hubo quien prefirió aprovechar para grabar un vídeo o hacerse un selfie con la estampa del rosario obrero de fondo. La fe del siglo XXI.