El pasado 3 de agosto, el Consejo de Administración de Nuclenor decidió asumir la orden de cierre de Garoña hecha pública 2 días antes por el ministro de Energía y adoptar las medidas adecuadas para su cumplimiento. Poco más de 3 meses después, la plantilla de 226 trabajadores que Nuclenor aún conservaba, tras un goteo incesante de jubilaciones, ha adelgazado hasta poco más de 120 profesionales.