La calidad marca la diferencia

J.A.L.
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El Burgos se queda de vacío en la visita del Logroñés a El Plantío a causa sus errores en la definición

Burgos CF 2-3 UD Logroñés

No ha podido dar la sorpresa el Burgos. En la visita del Logroñés a El Plantío, los burgalesistas, que han dejado una imagen muy superior a la que le impidió puntuar ante equipos como el Coruxo o el Tudelano, han penado por la mayor calidad de los riojanos en la definición.

Tras sumar 4 de los últimos 6 puntos en juego el Burgos Club de Fútbol buscaba confirmar su recuperación ante un rival de entidad como es la Unión Deportiva Logroñés. Para ello, Ángel Viadero ha apostado de inicio por un equipo formado por Aurreko en portería; Andrés, Odei, Quesada y Pérez en defensa; Rodri, e Iván Zarandona en la medular; Cortés y Jonatan Valle en bandas y Adrián y Ander Vitoria como delanteros.

El encuentro comenzó con un Burgos que intentaba sorprender y un Logroñés, más pausado, que dejaba que pasaran los minutos para ir imponiendo poco a poco su ritmo de juego y su mayor calidad.

Los burgalesistas salieron con intensidad, con confianza, y a los 3 minutos tuvieron una primera oportunidad en un centro de Sergio Cortés desde la derecha que Quesada cabeceó fuera, de manera defectuosa. Fue prácticamente el único acercamiento de peligro de los locales hsta el escanso, además de un disparo del propio Cortés en el minuto 21 tras acción de Adrián y una jugada colectiva que Miguel blocó por alto en el 27. Pobre bagaje, ofensivo, pero que sí estuvo acompañado de una mayor seguridad defensiva que en jornadas anteriores.

Y es que la Unión deportiva Logroñés, aunque bien se pudo marchar con ventaja al descanso, solo obligó a Aurreko a intervenir con acierto en un disparo lejano de Joel Valencia en el minuto 37. El resto de acciones, que no fueron pocas, fueron solventadas por la defensa. O no encontraron el remate apropiado.

La primera gran oportunidad riojana la tuvo Chevi en el minuto 16. El Logroñés había sacado con velocidad una falta lateral, Titi superó a Andrés y buscó el punto de penalti, done Carlos se preparaba para el remate. La defensa despejó el esférico y este llegó a la frontal, donde el centrocampista disparó desviado. Igual suerte corrió una acción en la que Muneta, en el minuto 30, llegó a la línea de fondo y buscó a Santos en el área. Y fue, en este caso Rodri, quien en el minuto 29 impidió a Valencia disparar tras una acción personal. Un último susto se llevaron los de Viadero en el minuto 42, cuando Titi se encontró con el lateral de la cruceta de Aurreko en un disparo desde el interior del área.

Pero todo el trabajo bien hecho en la primera mitad se esfumó en el inicio de un catastrófico segundo periodo. En dos llegadas, el Logroñés hizo dos tantos. En el minuto 49 Muneta, desde la frontal, buscó el gol con rosca y el esférico acabó en la red después de tocar en la cabeza de un zaguero burgalesista. El gol fue un mazazo, pero con aún 40 minutos por delante era una situación superable. No así cuando, solo unos segundos después, el Logroñés robaba el balón al Burgos poco después de sacar de centro y Paredes hacía el segundo.

Con el 0-2 el Burgos estuvo varios minutos a merced de su rival, apesadumbrado y ausente. Y pudo hacer sangre el cuadro logroñés, pero Odei evitó el gol de Titi (minuto 56) y Carlos no llegó a rematar, en el 59, una internada al contragolpe del extremo.

Le costó, pero logró recomponerse el Burgos y tuvo en sus botas la posibilidad de meterse en el partido y aspirar aún a sumar, pero no materializó. Esa fue la gran diferencia. Tras entrar al campo Pepe Delgado y José Fran, el propio medio centro canario, en el 67', y Adrián, en el 68', remataron fuera, contrariamente a lo hecho por Muneta y Paredes. Un gol en cualquiera de las dos aproximaciones hubiera permitido al Burgos optar a la remontada. Un premio que llegó en el minuto 78, cuando Carlos Quesada fue derribado en el interior del área por Bidane y Ander Vitoria anotó desde los once metros.

Quedaba un cuarto de hora en el que el Burgos se volcó sobre el área rival, con empuje, en busca de la heroicidad. Y pudo lograrlo. En el minuto 83, Quesada remató un acción de José Fran, pero el balón se quedó muerto en el interior del área. Y solo un minuto después llegó la sentencia con un remate de Carlos Fernández tras error del propio Quesada, que tras sujetar al delantero le soltó en el último instante y posibilitó su remate a centro de Pere Milla.

El Burgos no se rindió y siguió buscando la meta de Miguel. Ander Vitoria hizo el 2-3 en el minuto 89, pero no hubo tiempo para más. Los riojanos impusieron su solvencia y evitaron nuevas ocasiones burgalesistas, como un remate de Pepe Delgado que tapó la zaga riojana.