Las vacas se impacientan

J.J. M./I .P./Fresneda/Burgos
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El emprendedor Goyo Alarcia ha visto denegado un crédito de 20.000 euros que solicitó a Sodebur por iniciar su actividad antes de que la sociedad de desarrollo resolviera el expediente

Eljoven ganadero de Fresneda de la Sierra en su explotación, donde tiene 400 madres reproductoras. - Foto: J.J. Martín

La Sociedad para el Desarrollo de la Provincia de Burgos (Sodebur) ha denegado la posibilidad de un crédito de 20.000 euros a bajo interés, solicitado por el emprendedor de Fresneda de la Sierra, José Gregorio Alarcia Monja, mediante una carta enviada el pasado 30 de septiembre.

Este ganadero, que apostó hace unos años por volver al pueblo de sus padres, con el fin de comenzar desde cero con una explotación de vacuno, ha visto como la lentitud burocrática de este organismo, dependiente de la Diputación Provincial, impedía el acceso al préstamo. En concreto, la carta de denegación le informa de que «tras el estudio en detalle del proyecto» y «debido al incumplimiento de la cláusula sexta de las bases», no se le concede el crédito  por haber iniciado la actividad con anterioridad a la resolución.

Desde Sodebur, reconocen que efectivamente, la denegación del crédito, se produce por el «incumplimiento de las condiciones establecidas en las bases de la convocatoria para ser beneficiario de los citados créditos (en concreto la base sexta en su apartado correspondiente a creación de empresas y ampliación o mejora». Según ésta, los beneficiarios deberán realizar y pagar las inversiones a partir de la fecha de comunicación de la resolución de concesión y en el plazo de 12 meses.   

Por su parte, Goyo Alarcia no entiende cómo la «exasperante parsimonia» de los trámites burocráticos exigidos por Sodebur, puede ser esgrimida como justificante para denegarle el apoyo. «Desde que comenzamos el papeleo en junio, con visitas continuas de los técnicos haciendo fotos y más fotos, hasta el último día de septiembre, en que me mandaron la comunicación, estuve esperando una resolución, pero tuve que empezar a trabajar antes porque uno no se puede quedar mirando», afirma el afectado. Además, el joven ganadero añade que en todas estas visitas, ninguno de los representantes de Sodebur le advirtió en ningún momento, de que no se podían realizar inversiones previas, aclara.

El proyecto de este joven empresario, consiste en la comercialización directa de la carne de las vacas que él mismo cría en plena Sierra de la Demanda. Estas carnes selectas, pasan directamente del productor al consumidor, compitiendo por tanto en precios y en máxima calidad, utilizando forrajes de los pastos naturales. Para ello, abrió hace pocas semanas una carnicería en el mercado cubierto de Pradoluengo, y empezó a comercializar sus productos a través de Internet, mediante la página www.alarciamonja.com. «Es la realización de una idea que manejaba desde hace tiempo, dando mayor valor añadido a mi empresa y creando tres puestos de trabajo, aunque finalmente, la ayuda me la ha prestado un banco, no la Sociedad  para el Desarrollo de la Provincia de Burgos», apostilla Goyo Alarcia.

GENERANDO RIQUEZA RURAL

Para este fresnedino, no se entiende que un proyecto como el suyo  que genera economía productiva, así como puestos laborales en una zona deprimida como es la Sierra de la Demanda, no haya contado con la ayuda de una entidad «cuyos fines teóricos son promover el desarrollo social y económico del medio rural en distintos campos», asegura el joven empresario.

Su opinión es que no debiera primar la lentitud de la burocracia y las decenas de papeles, sobre una actividad tangible «máxime cuando estamos trabajando en un ámbito rural afectado duramente por la crisis, en el que es sumamente complicado salir hacia adelante», recuerda un descorazonado Goyo, quien, sin embargo, agradece a la alcaldesa de Pradoluengo y diputada provincial, Raquel Contreras, su apoyo en todo momento para establecerse en el polígono pradoluenguino.

No obstante, el empresario ganadero ni mucho menos está dispuesto a tirar la toalla, y piensa que sólo el trabajo diario y la venta de la carne de calidad del exquisito ganado comarcal que regenta, serán los que le ayuden a prosperar en su tierra. No se arrepiente de haber emprendido esta empresa, pero pide a las administraciones más agilidad y eficacia.