La reciente creación de la Fundación Caja de Burgos y la revisión de sus objetivos de futuro dentro del Plan Estratégico 2013-16 (documento en proceso de elaboración) están llevando al patronato de la institución a una reflexión sobre el funcionamiento y el uso del Centro de Arte Contemporáneo (CAB). Dentro de este proceso, y con vistas a plantearlo en la fase de alegaciones al citado Plan, se va a proponer que el edificio ubicado en San Esteban se convierta en la sede de referencia de los principales artistas contemporáneos de Burgos, haciendo especial hincapié en dos nombres clave de la pintura como son los de Modesto Ciruelos y Luis Sáez, aunque podrían tener cabida otros.

En la idea, que es vista con buenos ojos para reforzar y enriquecer el atractivo turístico y cultural del casco histórico de la ciudad, coinciden dos planteamientos:el primero, Burgos no cuenta con un espacio permanente para acoger exposiciones que den una adecuada perspectiva de grandes nombres del arte contemporáneo español como los mencionados.

En segundo lugar, señalan los promotores de la iniciativa, una parte del Patronato cuestiona y considera que debe revisarse el alto coste económico y sobre todo la repercusión popular que tienen las muestras que acoge el CAB, máxime cuando el objetivo del Plan Estratégico es la sostenibilidad financiera de la Fundación y su obra social que, recordemos, depende principalmente de los dividendos generados por la participación accionarial en CaixaBank.

Sin desmerecer la actividad de este centro, subrayan, sí consideran que podría reforzarse enfocándose hacia la ciudad y su evolución artística contemporánea. Así, tomando como modelo la gestión de algunos museos centroeuropeos, el planteamiento inicial es enmarcar el artista y su obra en el Burgos y el momento histórico donde se gestaron, incorporando a las muestras pictóricas o escultóricas elementos e interpretaciones que contextualicen la obra seleccionada y su época.

Fondos

La propuesta en la Fundación Caja de Burgos surge además del afán de los herederos de los propios artistas de que la ciudad donde crearon les rinda el homenaje que se merecen.

Desde la Fundación Modesto Ciruelos, impulsada por su familia, recuerdan que su objetivo básico es la creación de un museo del pintor de vanguardia y un fondo documental permanentes. Por ello, a la espera de ver cómo prospera esta idea, la disposición por parte de la Fundación y de la familia es total, «aunque, lógicamente, habrá que hablar largo y tendido», señalaban ayer. De hecho, este anhelo se abordará a buen seguro en el encuentro que mantendrán con el alcalde, Javier Lacalle, donde se le presentarán los proyectos de la institución.

«Es lógico que un autor de ésta relevancia dentro del arte contemporáneo español tenga un espacio permanente donde se muestren las obras que lo consagraron cómo uno de los pioneros del arte abstracto. De idéntica forma a cómo se ha venido haciendo con artistas análogos como: José Guerrero, Antonio Saura o Esteban Vicente (por poner solo unos ejemplos), en sus respectivas ciudades», señalan desde la Fundación, donde insisten en que el CAB, «por medios, estructura, arquitectura e importancia, se adaptaría perfectamente a las características de la obra de Modesto Ciruelos».