"En las redes muestro más mi forma de ser, tengo mi estilo"

José Daniel Maté
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La seriedad del corredor burgalés sobre el asfalto contrasta con su sentido del humor en Twitter, Facebook e Instagram

Su seriedad cuando compite contrasta con su sentido del humor en las redes sociales. «La carrera es un momento de concentración, de seriedad, es mi trabajo. Claro que te echas unas risas en carrera, pero no puedes estar todos los días a contar chistes. En las redes, sin embargo, sí que intento mostrar más mi forma de ser». Habla Carlos Barbero, ciclista del Movistar Team y aficionado a Twitter, a Instagram y a Facebook, canales en los que se mueve con soltura. Y lo hace sin pedir ayuda. «Hay gente que delega, pero el objetivo es mostrar al público cómo eres, y si te lo lleva otra persona... no es lo mismo», opina.

El corredor burgalés comenzó en las redes más tarde que otros compañeros, lo hizo cuando aún era amateur, en verano de 2011. «Me empezó a gustar y soy bastante activo», reconoce. Primero fue la cuenta en Twitter (@BarberoCbc), luego la página de Facebook (Carlos Barbero Cuesta) y lleva «escasos tres meses en Instagram (@barberocbc)». «Era reacio por no estar tanto tiempo en las redes, pero ahora si veo algo interesante o me hacen una foto bonita en carrera, la cuelgo. Hay gente que igual sale pensando en la foto que se quiere hacer, yo ni mucho menos», remarca.

Cuenta que le dedica «lo justo». A veces como entretenimiento, «cuando tienes un rato libre», otras a nivel informativo, «pero intento que sea un tiempo moderado».

Lo que ofrece, funciona, como demuestra la gran repercusión que generan sus publicaciones. Entre los tres perfiles suma casi 20.000 seguidores, una cifra que crece conforme gana relevancia dentro del pelotón. «Tengo mi estilo propio, sobre todo en Twitter, que es la que más uso. La gente me sigue porque soy un poco más diferente a otros ciclistas que se ciñen a escribir sobre sus carreras. Yo tengo mi estilo y no me fijo en nadie».

Lo mismo agradece el apoyo de ‘su’ gente y la ayuda de sus compañeros (como tras su reciente victoria en Clunia durante la última edición de la Vuelta a Burgos), que cuelga una foto curiosa de algo que se ha encontrado mientras entrenaba, o incluso en el hotel de concentración. Tampoco es raro leerle bromeando con otros corredores del pelotón.

Transmite sus mensajes «con un tono diferente», ameno, pero donde no hay lugar para la chanza es ante las víctimas de atropellos. «Es un goteo constante que nos preocupa a los ciclistas», dice. Y él en sus críticas ante esos casos es muy enérgico a través de las redes.

 Lo que no suele hacer en ellas es ofrecer su vida más personal. «De vez en cuando puedes colgar una foto en Instagram, pero no estar todo el día mostrando a la gente tu vida. Pienso que tiene que haber un límite», estima.

interacción. A medida que su nombre cobra fuerza y suena más veces por su actividad deportiva, capta más la atención de sus followers, que le mencionan, le preguntan... Y él intenta interactuar, «pero a todos no puedo responder». Por eso trata de tener detalles y a veces realiza sorteos de maillots en Instagram. «A la persona que le toca le hace una ilusión especial».

A quien no presta atención es a los troles. «Un personaje público, más o menos mediático, siempre va a tener haters, pero yo no entro al trapo. Me importa la gente que te dice las cosas con criterio, no una persona que insulta».