La estadística sobre mortalidad en las carreteras que elabora la DGT contabiliza los fallecidos que se producen en las 24 horas posteriores al accidente. Este sistema no incluye por tanto la muertes que tienen lugar después pero que han sido como consecuencia directa de las lesiones que la víctima ha padecido en el siniestro. ¿Hay manera entonces de saber cuál es el número exacto de personas que perece al volante? Sí, gracias a la intervención de los forenses.

Los doctores del Instituto de Medicina Legal siguen la evolución de los heridos y a su muerte llevan a cabo la autopsia. En ella determinan las causas exactas y el accidente de tráfico que sufrieron en el pasado aparece como el motivo más evidente. Pues bien, el pasado año los forenses contabilizaron 27 víctimas mortales en la carretera, que son 13 más de las que refleja el balance de Tráfico. Eso significa que hubo fallecimientos que se produjeron una vez transcurridas 24 horas desde el siniestro, en concreto nueve. Porque los otros cuatro corresponden a personas que perdieron la vida en la capital (3) y en vías urbanas de la provincia (1), dato que no recoge la estadística oficial de la DGT.

Ahora bien, en las cifras del Instituto de Medicina Legal también se refleja la reducción de la siniestralidad que se ha producido en España en los últimos años. El carné por puntos, el incremento de los controles de velocidad y de alcoholemia, el endurecimiento del Código Penal con determinadas actitudes, la mejora de las carreteras, la renovación del parque automovilístico y la concienciación de los conductores han sido determinantes para la reducción de las muertes en la carretera.

En el año 2005, por ejemplo, los forenses registraron 76 muertes en accidente de tráfico, una cifra que ha ido descendiendo hasta los 27 actuales, lo que representa una disminución porcentual del, del 64%. De esas 27 víctimas mortales 19 fallecieron en colisiones o salidas de vía; 7 en atropellos, y en un caso se trataba de un ciclista.

El Instituto de Medicina Legal llevó a cabo el pasado año 759 informes en el ámbito psiquiátrico, ya sean enfermos mentales o presuntos, así como víctimas-autores con este tipo de patología, como por ejemplo en la violencia de género. Son procedimientos para determinar las incapacitaciones de tipo civil, internamientos psiquiátricos no voluntarios que son autorizados por un juez, la evaluación del estado psíquico de las personas con dependencia a sustancias de adicción o los delitos en que se aplica el atenuante o la eximente por drogadicción.

Un trabajo extra para los forenses son los estudios que llevan a cabo a los presos de la Cárcel de Burgos, aunque hayan cometido el hecho delictivo en otra provincia. En este caso, después de realizar el informe se remite al juez de cada circunscripción.