Una empresa de mantenimiento de aviones llegará a Villafría en 2013

H. Jiménez / Burgos
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germen industrial. Construirá un hangar de 5.000 metros cuadrados y recibirá ayudas públicas de la Junta de Castilla yLeón. El Ayuntamiento celebra lo que pudiera ser el inicio de una reorientación industrial de las instalaciones

El nuevo hangar será el doble de grande que los actualmente existentes. - Foto: Luis López Araico

En un momento especialmente complicado para el sector de la aviación, y en particular para los pequeños aeropuertos españoles de los que se cuestiona incluso su propia existencia, el de Burgos está a punto de recibir una muy buena noticia que puede suponer a corto plazo la garantía para su supervivencia y a medio o largo la esperanza en un mayor desarrollo.

Una empresa dedicada al mantenimiento de aeronaves llegará a Villafría en el año 2013 e instalará allí una base capaz de atender grandes aparatos, generar puestos de trabajo y añadir una actividad complementaria de tipo industrial a las ya existentes de pasajeros y aviación privada.

El Ayuntamiento de Burgos inició la pasada primavera una serie de contactos con varias firmas, una de las cuales ya ha tomado la decisión de instalarse en el aeropuerto burgalés construyendo su propio hangar de en torno a los 5.000 metros cuadrados. El alcalde, Javier Lacalle, explica que «aún quedan algunos flecos por cerrar» pero en la institución se da por hecho que, salvo que las negociaciones llevadas a cabo den un giro inesperado, la presentación oficial del proyecto será en los meses de enero o febrero.

A la espera de concretar estos últimos detalles, los responsables consistoriales prefieren mantener todavía el anonimato de esta empresa, así como las actividades concretas de mantenimiento en las que está especializada (se barajaba mecánica o pintura cuando el Consistorio admitió el inicio de las conversaciones en el mes de julio). Eso sí, el propio Lacalle habla de la generación de «varias decenas de empleos» cuyo número se concretaría en el momento de la presentación y de la importancia capital que a su juicio tendrá abrir una nueva veta de explotación del aeropuerto; «Es un proyecto muy ilusionante en sí mismo, pero sobre todo por lo que puede significar de cara al futuro inmediato. Lo más difícil es que alguien abriera este nuevo camino, y una vez que lo consigamos puede ser el germen de otras actuaciones».

La iniciativa empresarial corresponde a un grupo con amplia experiencia en el sector y en las negociaciones para traerlo a Villafría han intervenido varios agentes. El propio Ayuntamiento (con el alcalde al frente y la gerente del Consorcio para la Promoción del Aeropuerto, María Jesús Lope), el Real Aeroclub de España (con su presidente, el burgalés José Luis Olías, como protagonista) la entidad pública AENA de quien el regidor burgalés alaba su buena disposición y la Junta de Castilla y León.

Esta última, a través de su Consejería de Economía, ha resultado ser la pieza clave pues está previsto que facilite la llegada de la empresa mediante incentivos a la inversión. Una reunión celebrada esta misma semana en Valladolid ha servido para terminar de concretar algunos de los aspectos relacionados con estas ayudas públicas. Aunque la parte subvencionada todavía se desconoce, se estima un montante total de inversión entre 8 y 10 millones de euros para la construcción de ese hangar que se convertiría en el taller para la reparación o mantenimiento de aeronaves y cuyas dimensiones equivalen aproximadamente a la suma de los dos viejos hangares ya existentes, procedentes de la época anterior a la ampliación y conversión de Villafría en un aeropuerto preparado para la aviación comercial.

El hangar sería propiedad de la empresa que se instale, por lo que si en un futuro llegan nuevos proyectos tendrían que construir sus propias instalaciones. La ubicación es una de las cuestiones que está todavía por decidir, pues podría ser en la zona más antigua del aeropuerto u optar por la nueva, más cerca de la terminal de pasajeros. El Ayuntamiento, incluso, barajó en su día el entorno del edificio del proyecto de energías renovables Hydrosolar21.

Según el plan de viabilidad que la operadora ha mostrado a las administraciones implicadas, esta base de mantenimiento tendría capacidad para atender no solo pequeñas aeronaves de 50 plazas como las que se emplean diariamente en las conexiones regulares del aeropuerto de Burgos con Barcelona, sino también a aparatos del entorno de las 180 plazas que son muy utilizados en conexiones de corta y media distancia, e incluso modelos de gran tamaño como los Boeing o los Airbus A-340 configurados incluso para los 400 pasajeros.

La longitud de la pista del aeropuerto, que en el caso de la aviación comercial ha resultado ser un inconveniente por la escasa longitud de la pista burgalesa (tiene 2.100 metros) combinada con la altitud sobre el nivel del mar y complicada especialmente en verano por las altas temperaturas, no sería problema en esta ocasión. Las grandes aeronaves, si llegan sin el peso correspondiente a los pasajeros y a la carga de sus bodegas, podrían aterrizar perfectamente, realizar su mantenimiento y volver a despegar.

Si las previsiones oficiales se cumplen, las obras de construcción de este hangar podrían comenzar la próxima primavera con un tiempo estimado de entre 8 y 10 meses de obra, por lo que podría estar operativo a principios de 2014 o incluso, si todos los tiempos se desarrollaran con una rapidez inusitada, a finales de 2013 como menciona el alcalde Lacalle.

A su juicio, «estamos ante el comienzo de una nueva filosofía para nuestro aeropuerto, pues se trata de una orientación industrial que hasta el momento no tenemos, y que se une a la propia filosofía y tradición industrial de la ciudad y a las sinergias que puede generar el Puerto Seco» emplazado a pocos metros de la propia pista. El también presidente del Consorcio para la Promoción de Villafría insiste en resaltar la importancia de la colaboración hallada en los últimos meses en los agentes del sector privado y el sector público con los que ha negociado para este proyecto y destaca que «pocas veces he visto un cierre de filas en torno a una idea tan importante como el que hemos vivido en esta ocasión».

El sector del mantenimiento de aeronaves está muy concentrado en el mundo, hay muy pocas bases de operaciones comparadas con el crecimiento exponencial que está viviendo la flota de aviones a nivel mundial, y se considera un sector en desarrollo que aunque a nivel nacional está amenazado como el resto de la actividad por la crisis económica, a nivel internacional se encuentra en proceso de expansión.

 

Y con más horario

Aunque no era condición necesaria, también se beneficiará de la duplicación del tiempo operativo que podría entrar en vigor desde enero

Los avances en la concreción de la base de mantenimiento es la segunda buena noticia que recibe el aeropuerto burgalés en una semana. El pasado domingo este periódico publicó que a partir del mes de enero Villafría podrá abrir el doble de horas de lo que lo hace en la actualidad.

También en este caso han sido necesarias conversaciones a varias bandas, concretamente entre el Ayuntamiento y AENA, (cuya confirmación definitiva es el único paso que falta) para lograr que en lugar de las tres horas en las que ahora está operativo pueda llegarse a seis, considerado por el Consistorio como el mínimo para garantizar la llegada de vuelos comerciales.

Con el comienzo de año la pista estará disponible para el aterrizaje entre las 11 y las 17 horas en lugar de estar únicamente de 13 a 16. Con ello, durante el invierno se alcanza la gran mayoría de las horas de luz y aunque en verano todavía quede la franja de la tarde fuera de servicio el alcalde estima que será suficiente para organizar varios aterrizajes y despegues diarios a distintos destinos, y por supuesto también ayudará a la empresa de mantenimiento que está a punto de llegar.

Hasta este año el aeropuerto de Burgos funcionaba «de orto a ocaso», utilizando la terminología de la aviación, pero en junio el Ministerio de Fomento hizo público un plan cuyo objetivo era optimizar el funcionamiento de la red pública de aeropuertos en las instalaciones con menos de medio millón de pasajeros al año, entre las que se encontraban todas las de Castilla y León que incluyen Salamanca, León y Valladolid además de Burgos. En el caso de Villafría, el tijeretazo de AENA provocó una reducción del 87% en el horario de funcionamiento de Villafría como aeropuerto, pasando de las 91 horas semanales, con una media de 13 diarias, a las tres por jornada de la actualidad.