Villadiego ajusta cuentas con el traidor

I.P. / Villadiego
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Más de 300 vecinos recrearon la Fiesta del Judas, que simboliza la victoria del bien sobre el mal. En el alto de la Riva se desarrolló la batalla para apresar al discípulo que vendió a Jesús, al que después se juzga y quema

La Fiesta del Judas, que representa el triunfo del bien sobre el mal, se recuperó en Villadiego en el año 2002 gracias a la iniciativa del Grupo de Teatro Espliego, y desde entonces no ha parado de crecer, de renovarse y de concitar más expectación y visitantes. Ayer, en una tarde que se tornó fría -nada que ver con el buen día del Viernes Santo en toda la provincia-, la villa volvió a ajustar cuentas con el discípulo traidor, en un evento que se aleja de los cánones de sentimiento y fervor religiosos que acompaña al resto de procesiones de estos días en las pueblos burgaleses y adquiere una dimensión más pagana, en la que se pone fin a los malos augurios invernales para dar paso a la luz y la alegría de la primavera.

Esta fiesta hunde, pues,  sus raíces en las tradiciones precristianas, y aunque antaño se celebraba en varias localidades, como Belorado, Castrillo del Val o Lerma, en la actualidad es Villadiego quien puede presumir de haberla recuperado, con el apoyo municipal, de las asociaciones y vecinos, como un atractivo turístico más para atraer visitantes a la villa.   

La Plaza Mayor, el puente del matadero y el alto de la Riva son los escenarios donde se sitúa la acción y donde se va congregando la gente para seguir el devenir de los acontecimientos que comenzaron con el paso de la revista a sus tropas por parte del rey y las desavenencias de éste con los vecinos (Miñones) que ante la falta de disposición del monarca a concederles sus peticiones, se unen a los infieles (los Cadenas) a quienes ayudan a proteger al Judas.

La batalla que se libra en el monte de la Riva entre las tropas de leales al rey (el bien) y los Miñones y Cadenas (que representan al mal), acaba con el apresamiento de Judas - representado con un pelele- que es conducido a la plaza, donde se le somete a juicio, es condenado y posteriormente, ya cuando llega la noche, es quemado en la hoguera, pagando así, finalmente, por todo los males cometidos.

Todo el recorrido de las tropas por las calles, atravesando el puente del matadero y subiendo por el cerro está ambientado con música, a cargo de la Asociación Musical de Villadiego, y mucha pólvora que da colorido a una tarde que acabará en fiesta. Todo ello, seguido bien de cerca por decenas de personas junto al río.

En lo esencial, la fiesta del Judas se celebró como en ediciones pasadas, pero con alguna novedad, como las reproducciones sobre la pared de algunos inmuebles de la Plaza Mayor de escenas de la fiesta del Judas y lectura de algunos textos sobre su origen y simbolismo, a cargo del grupo Espliego. Además, después del juicio-pregón a Judas -a cargo de Espliego- y antes de la quema del pelele, el rey invitó a un aperitivo a la concurrencia, amenizado con malabares a cargo de miembros del grupo La Hormiga, de Lerma, que también después pusieron punto final a la fiesta con un espectáculo de malabares de luz y fuego y sonido. La fiesta está organizada por el Ayuntamiento de la villa y la colaboración de asociaciones, peñas y vecinos.