La Consejería de Educación animará a los centros de la región a seguir los pasos del colegio Apóstol San Pablo y abrir sus aulas a la participación de voluntarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus alumnos.

Este centro burgalés y el Miguel Íscar de Valladolid son los únicos de Castilla y León que tienen implantado el modelo de ‘comunidad de aprendizaje’, que permite a los padres, madres y alumnos de Magisterio o Pedagogía contribuir en la formación de los alumnos junto a los profesores.

La directora general de Innovación Educativa y Formación del Profesorado,Pilar González, realizó ayer una visita al centro educativo, ubicado en la plaza de Roma, para conocer de cerca la metodología empleada y mantener un encuentro con los profesores y las familias. Tras el encuentro mostró sus satisfacción por los resultados obtenidos por los alumnos. «Es una metodología y una manera de hacer que proporciona más éxito entre el alumnado, no solo en cuanto a su rendimiento, sino también en su educación integral. Es una metodología innovadora, rica e eficiente», subrayó.

En este sentido, apuntó que tiene el mandato del consejero de Educación, Juan José Mateos, de ayudar a otros centros educativos a poner en marcha este sistema. «Es un proyecto que supone un esfuerzo añadido por parte del profesorado. Sin embargo, logra muy buenos resultados cuando hay alumnado muy heterogéneo».

Los casi 200 alumnos del colegio Apóstol San Pablo proceden de una veintena de países, de modo que la colaboración de los voluntarios ayuda a resolver algunas dificultades.

La directora general también aprovechó su visita a Burgos para visitar el colegio de educación especial Fray Pedro Ponce de León.