Las ITC sacan a la luz 40 ruinas pero solo se derriban 11 edificios en dos años

J.M. / Burgos
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Pese a que algunos inmuebles llevan años en mal estado y sin demolerse, en la Concejalía de Licencias aseguran que no hay construcciones con un riesgo inminente de venirse abajo

La implantación de la Inspección Técnica de Construcciones (ITC) ha servido, más allá de para cumplir su misión de conservar y proteger a los inmuebles más antiguos y frenar su deterioro, para aflorar en la ciudad más de 40 edificios en estado de ruina. Unos inmuebles que se encuentran en una situación irrecuperable y en los que en algunos casos es necesario forzar a sus propietarios a que inicien su demolición. Pero si en ocasiones estas situaciones se resuelven con una agilidad aceptable, no es menos cierto que en otras se enquistan en el tiempo y permanecen durante años en pie pese a representar un potencial peligro y afear los rincones de la ciudad donde se asientan. Prueba de ello es que según datos de la Concejalía de Licencias, en los dos últimos años solo se han derribado en la capital un total de once de inmuebles.
En concreto, los derribos se limitan a 2 inmuebles en Villatoro, 3 en Villímar, otros 2 en Villafría y el resto se reparten entre la calle Eras número 2 (Gamonal), Procurador 22,  la calle Palacios y San Juan 16. Esta última demolición, por cierto, iniciada este mismo verano.
Al margen del edificio de la calle San Juan (donde hace años estaba la pastelería Arribas) el resto de los derribos se corresponden con viejos inmuebles apartados del centro de la ciudad. Y, sin embargo, continúan en pie, por citar los ejemplos más conocidos, bloques como el del número 3 de San Juan (frente al cívico del centro), el de Laín Calvo 7, el de Progreso 14, el de La Moneda 13 o el del paseo del Espolón 24. Aunque en este caso, los nuevos propietarios han pedido licencia para una rehabilitación inmediata. También es conocida en la Concejalía de Licencias la situación de la plaza del Sobrado, donde entre 2011 y 2013 se vinieron abajo cinco casas (los números 4,6, 8, 24 y 42). 
Pese a la alarma que se generó este verano en la capital de España por el derrumbe de dos inmuebles, en los que afortunadamente no hubo víctimas mortales, la concejala de Licencias, Ana Bernabé, explica que los técnicos municipales entienden que no existen en Burgos edificios que puedan venirse abajo en cualquier momento. Porque aunque algunos de ellos están declarados en ruina técnica, la edil detalla que la mayoría están apuntalados o se han adoptado medidas para proteger a los viandantes. Recientemente, eso sí, un informe alertó del riesgo de colapso del bloque de la calle La Moneda 13 y se obligó a la propiedad a instalar un vallado para evitar posibles daños a las personas.
Aunque no tan conocidos, en el área de Licencias detallan que  se trabaja para que se haga efectiva la demolición  de un edificio de la calle Morquillas (Villímar), que se ha concedido la licencia para un derribo en la Travesía Casa de la Vega y para otro en la calle Poza, y que se está pendiente de que se aporte una fianza para un bloque de la calle Cortes número 24 (en el bulevar del Ferrocarril), de la Antigua 9, de Poeta Martín Garrido 13 y de Felipe de Abajo. También se está a la espera de un informe jurídico para una construcción de Albergues 3.
La casuística de los casos con los que se tropiezan en el área de Licencias son muy variados y eso hace que en algunas ocasiones los procesos sean muy largos y que tarden años en resolverse. Desde dueños que se hacen los remolones y se oponen al derribo, otros que no encuentran financiación para acomete un proyecto de sustitución o inmuebles con varios dueños que no se ponen de acuerdo entre ellos y cuya consecuencia es una situación de eterno inmovilismo.