Una maravillosa anomalía

@jorgealopez18
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Un año más, la Liga Adelante se ha mostrado como una categoría inexplicable y de gran emoción

Es difícil encontrar, en el deporte actual, tan profesionalizado y donde el dinero (sobre todo la cantidad de él) tiene un papel tan relevante, una competición tan enigmática como es la Segunda División del fútbol español. En ella, los modestos pueden ascender y los poderosos descender y la emoción está garantizada hasta el último minuto. Personalmente, siempre me ha resultado inexplicable cómo desde muchos ámbitos se desprestigia y no se presta la atención que merece.

Si uno mira hoy cómo ha quedado la clasificación final, las sorpresas son enormes. Ascienden a Primera el Alavés y el Leganés, algo por lo que nadie hubiera apostado en agosto, jugarán por una plaza más de ascenso el Gimnástic, el Girona, el Córdoba y Osasuna y descienden la Ponferradina, el Llagostera, el Albacete y el Athletic B.

Por partes. Los dos equipos que han cerrado la competición en lo alto de la tabla, el Alavés y el Leganés, estaban hace dos años en una situación muy diferente a la actual. Los vitorianos se salvaron en junio de 2014 de manera agónica con un tanto en el minuto 94 de un Jaén-Alavés, una cita en la que, por cierto, el Mirandés cayó a Segunda B, una situación resuelta administrativamente por los problemas económicos del Real Murcia. En dos años se ha pasado de una permanencia in extremis a todo un Campeonato de Segunda División. A la máxima categoría les acompañará el Leganés, que en aquel junio de 2014 luchaba por el ascenso desde Segunda B. 48 meses después, sin grandes dispendios económicos (el cuarto presupuesto más modesto de Segunda), con muchos jugadores desconocidos y 'cortados' por equipos como el Recreativo u Osasuna, Butarque verá al Barça, al Real Madrid y al Atlético.

Pero no acaban ahí las sorpresas. Hasta el último minuto luchó también por el ascenso directo el Gimnástic de Tarragona, que es, ni más ni menos, que un recién ascendido, por mucho que su presupuesto y su proyecto llevara años apuntando hacia la zona noble de la Liga Adelante. Y que ahora partirá en el play off final como gran favorito, lo cual, por otro lado, no garantiza nada.

¿Gusta la emoción? No se encontrará en ningún sitio como en la Segudna División. El resto de puestos de play off son para el Girona, que no logró certificarlo hasta el minuto 87, el Córdoba, que la pasada temporada fue un auténtico desastre en Primera y Osasuna, que ha sido el beneficiado de un triple empate con Alcorcón y Zaragoza. Un triple empate que durante más de media hora fue cuádruple, hasta que los gerundenses marcaron en El Toralín. Según evolucionaban los marcadores, todos los equipos implicados en la lucha estuvieron dentro. Incluso el Zaragoza, que encajó un sonrojante 6-2 en el campo del descendido Llagostera, pudo meterse pese a su derrota. Y si el extécnico burgalesista Enrique Martín dirigirá a Osauna en el play off es, además de por golear en el Carlos Tatiere (0-5), porque Cristian Herrera marcó, ya que, en caso de que el 0-0 se hubiera mantenido en el Ponferradina-Girona, sería el Alcorcón quien prepararía en estos momentos su duelo ante el Nástic.

Hemos mencionado en este cambalache imposible (pero no tanto como el que vivió el Mirandés en 2014) al Llagostera, que ha estado toda la temporada en posiciones de descenso y así lo ha certificado, no ayer sino hace una semana. Parece imposible que un equipo que suma 40 puntos en su estadio, que hace de su campo un fortín, como se requiere siempre, caiga al pozo. Pero es que, a sus espectaculares números como local (solo cinco equipos los mejoran) el equipo de Oriol Alsina suma unas paupérrimas cifras lejos del Municipal de Palamós: 4 empates en 21 partidos. Inexplicable.

Para finalizar. ¿Quiénes eran los señalados por casi todos como grandes favoritos al ascenso? El Valladolid y el Almería, a los que muchos sumaban el Mallorca y el Zaragoza. Los vallisoletanos han vagado por el desierto, con tres entrnadores y posiciones y puntos más cercanos al descenso que a la zona alta; el Almería se ha salvado en la última jornada pese a contar con el presupuesto más alto y el Mallorca sacó ayer la cabeza del descenso (y van tres temporadas en el alambre) pese a los múltiples y caros intentos por devolver al equipo a Primera.

En resumen, una Liga espectacular. A quien le gusta el fútbol más por su carácter sorpresivo y emocional que por su despliegue, le encanta la Segunda División. La próxima temporada una muestra más. Y no duden de que al menos uno de los recién descendidos desde Primera (Getafe, Rayo y Levante), sufrirá de lo lindo por mantenerse. La Segunda es así de anómala y de maravillosa.