Las previsiones inundan de optimismo el sector turístico. Todo apunta a que estamos ante la mejor Semana Santa desde 2008 con ocupaciones de entre el 70 y el 90 por ciento, según los datos de Hosteltur, y con un gasto que, si se asemeja al de aquel año, rondaría los mil millones de euros.

Así, el grupo de investigación de Turismo, Patrimonio y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid estima que «con una inversión de 1.870 millones de euros en Patrimonio, se generaría en España un turismo cultural que aportaría unos 50.000 millones», es decir, un incremento superior al 25 por ciento.

La Semana Santa son días de recogimiento y devoción, pero para los municipios también son una oportunidad para recibir con los brazos abiertos a los miles de turistas que se acercan a conocer las tradiciones locales y ver la expresión cultural de las mismas en las procesiones. Acontecimientos que tienen lugar tanto de día como de noche en un marco patrimonial por lo general excepcional, donde una buena iluminación puede inundar de magia las ciudades en estas fechas y potenciar la oferta turística en torno al patrimonio.

Son varias las ciudades españolas que promocionan recorridos lumínicos por los monumentos para profundizar en su riqueza patrimonial y otras las que deciden apostar por la renovación de su iluminación, y la Fundación Endesa ha comprobado que los edificios bien iluminados «marcan etapas sucesivas en una ruta turística nocturna, fijan puntos de referencia en una visión panorámica de la ciudad y facilitan el gasto de los visitantes», asegura su director, Rafael López Rueda. Y es precisamente lo que llevan haciendo desde 1998 con cerca de 500 proyectos de iluminación y más de 22 millones de euros invertidos sobre todo en España, pero también en Portugal, Italia o Latinoamérica, como parte de su política de Responsabilidad Social Corporativa.

La Fundación Endesa estudia, en cada caso y en cada localidad, cómo maximizar su aportación analizando la idiosincrasia del edificio, las necesidades de la población y el interés cultural en cada territorio. De hecho se pone «el mismo mimo en los grandes proyectos que llevamos a cabo que en las pequeñas pero relevantes iglesias locales con tanto valor para su entorno», ya que entienden la actividad de iluminación en los monumentos «como un mecanismo de relación con el entorno social especialmente positivo, eficaz y cercano».

Catedrales y exposiciones.

Entre los casi medio millar de actuaciones que ha realizado la Fundación Endesa en el patrimonio mundial destacan algunas tan llamativas como las de las catedrales de Burgos, Palma de Mallorca o Barcelona, así como algunos espacios de la exposición El Greco en Toledo, la Casa de la Moneda de Segovia, la muralla de Pedraza o el Monasterio de la Ascensión de Nuestra Señora de Lerma, también en Burgos. Recursos que han visto incrementado su valor así como el número de visitantes que acuden a disfrutarlos.

«Nuestro objetivo como Fundación Endesa es resaltar la enorme importancia del patrimonio histórico y artístico de nuestro país, mediante estas iluminaciones artísticas que ayudan a apreciar el inmenso valor de las obras maestras que nos ha ido legando nuestra Historia. En los últimos 10 años hemos desarrollado 280 proyectos de iluminación en España y estamos muy orgullosos por ello», asegura Borja Prado, presidente de la Fundación, y que comparten los 10.000 trabajadores de la entidad porque sienten que están «contribuyendo al reconocimiento de estas joyas históricas que tenemos y sintiendo también el orgullo de participar en estos proyectos tan importantes para cada pequeño y gran rincón del país».

Son rincones y localidades que estos días brillarán con luz propia, e iluminarán los recuerdos de esos millones de turistas.