San Roque el viejo recobra el color

J.J. Martín / Pradoluengo
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La limpieza y eliminación de repintes descubren una pieza de gran valor, datada entre finales del siglo XVI y principios del XVII. La talla estuvo 'apartada' en la sacristía más de 100 años

La antigua imagen de San Roque, patrón de Pradoluengo, que estuvo procesionando al menos durante trescientos años en la localidad, hasta que fuera sustituida en el siglo XIX por la actual, está aportando sus más escondidos secretos, tras los trabajos de restauración, a los que está siendo sometida por parte del Taller de Restauración de la Diputación Provincial de Burgos, ubicado en el monasterio de San Agustín.

El responsable de este delicado proceso de restauración, Félix Alonso García, está llevando a cabo una minuciosa labor profesional, que está desvelando las verdaderas calidades de una pieza que, a priori, daba la impresión de estar condenada al abandono. Algunos de los desmedidos repintados que sufrió la talla, la habían dejado en unas condiciones deplorables, además de enmascarar la valía de esta escultura, realizada en madera de pino viejo, «difícil de  trabajar, pero que permitía una durabilidad prolongada», como señala Alonso García.

Tras una primera limpieza del polvo superficial, y la fijación de las policromías que se quieren conservar, el taller provincial pasó a la fase de eliminación de piezas añadidas, como fueron una peana y varias cuñas, así como a la eliminación de repintes, fase de trabajo en la que se encuentra ahora mismo la talla.

A la vez, se está procediendo al tallado de la mano derecha, y del cayado que faltaban de la pieza original, y que habían sido sustituidos por copias de ínfima calidad. En la actualidad, como indica Alonso García, «estamos tomando las decisiones técnicas que entendemos más importantes, de cara a preservar la pieza sin alterar la historia material que ha sufrido, dotándola de mayor autenticidad, unidad plástica y posibilitando estudios posteriores», apostilla el restaurador.

Repintado.

Una de las sorpresas más llamativas que ha desvelado el proceso de restauración, ha sido la aparición de un repintado, realizado posiblemente en el siglo XVIII, en el que aparecen distintas figuras florales, así como aves fantásticas de vivos colores, muy semejantes a las terminaciones de este tipo, que se realizaban en el Setecientos en esculturas similares. Tras la eliminación de repintes, Félix Alonso continuará trabajando en la consolidación de la madera, que sufre varias roturas a lo largo y ancho de la escultura, el tallado y colocación de elementos nuevos, que sean adecuados a la talla, el estucado de lagunas, la reintegración cromática en las zonas que han perdido su cubrición, y la fase de protección final.

Por otro lado, los trabajos están siendo convenientemente fotografiados en su integridad, a fin de salvaguardar posibles intervenciones en un futuro, así como para que puedan servir de base para un archivo documental, al objeto de su estudio histórico-artístico individualizado.

La talla de San Roque ‘El Viejo’, apartada en la sacristía de la ermita durante más de cien años, quedará así como cuando llegó por primera vez a Pradoluengo hace más de cuatrocientos años, y podrá ser procesionada de nuevo, si así lo tiene por conveniente el cabildo de la localidad.